La presente traducción corresponde a la primera parte del capítulo de Las Cartas de Roma de monseñor Robert Hugh Benson. Estas se encuentran en el libro publicado en forma póstuma titulado "Spiritual Letters of Monsignor R. Hugh Benson to one of his convert" (Cartas espirituales de R. Hugh Benson a uno de sus conversos) y contienen una colección de cartas que monseñor envió a este converso suyo en un periodo que van desde el final del periodo anglicano de Benson, es decir, noviembre de 1902, hasta junio del año 1914, año en que murió.
Mi idea es poder traducir el libro en su totalidad, pero no quiero hacerme de falsas expectativas ya que también estoy traduciendo Initiation, y la verdad es que a veces el inglés de Benson, como el Newman por ejemplo, definitivamente me superan y no avanzo a la velocidad que quisiera. Dios dirá si es posible y si, en efecto, vale la pena.
Les dejo entonces esta primera parte de la traducción. Los detalles de las descripciones que hace de la Roma de San Pío X son exquisitos y nos hacen añorar el no haber tenido la experiencia de un pontificado como este, en una Roma que respiraba y exhalaba catolicismo.
Beatrice
Las Cartas de Roma
El lector más
superficial de los libros de Monseñor Benson estará familiarizado con su estilo
descriptivo. Pero la diferencia entre sus libros y sus cartas es mucho más que
la que hay entre una amplia y sumamente acabada pintura y un boceto de una
acuarela de poca importancia a lo mejor en sí misma, pero eminentemente
característico y más sugerente en su incompleta perfección que incluso un
estudio acabado. Más alguno de estos exquisitos dibujos a lápiz – tal
como ese de la Misa del Santo Padre – son pequeñas miniaturas perfectamente
acabadas con su propio consumado y distintivo arte. Sin embargo la mejor parte son
los bocetos, y la dificultad está en escoger lo más atractivo donde todo es
bello en este portafolio de brillante impresionismo producto de una mente
maestra que ha lanzado el color y el trazo con una mano certera.
Por último, estas cartas romanas tienen un
especial interés para sus amigos. Nos otorgan su primera impresión como un
católico en la Ciudad Eterna, la cual él aprendió a conocer muy bien en los
últimos años. Las novelas de monseñor Benson contienen singularmente pocas
descripciones de Roma, aunque éstas en “Iniciación” y “El Cobarde” puedan
compensar esto por su gran belleza.
Aun así no puedo
recordar ninguna imagen como las que se citan actualmente, y es por eso por lo
que quizás pueda decir que su posesión me inspiró primero el deseo de ofrecer
algunas de las cartas de monseñor Benson al mundo.
El día después de su
llegada a San Silvestre escribió:
(i)
“Roma es como una suerte de sacramento de la Nueva Jerusalén. Tu reconoces las
cuatro señales de la Iglesia encarnadas en las calles y en las iglesias: La
unidad es visible. Iglesia tras iglesia son precisamente lo mismo, con el
Santísimo Sacramento como un corazón latiente en cada una. La santidad es
evidente en los rostros de los religiosos, de los sacerdotes y de los niños que
uno conoce, así como también en la gente común y corriente en sus oraciones en
todas partes. La catolicidad es evidente.
Esta
mañana yo, un inglés, arrodillado con italianos frente a un altar italiano,
escuchando a un sacerdote alemán decir la Misa, ¡acompañado de un monaguillo
negro de África!
Y
escuchas cada una de las lenguas del mundo civilizado en las calles. Por la
apostolicidad sabemos que los mismos San Pedro y San Pablo murieron y yacen aquí. El sucesor de Pedro y Vicario
de Cristo está aquí, en la sede apostólica, irradiando la unidad de la fe ¡en
toda la Ciudad y el Mundo! Es maravillosamente bueno para nosotros estar aquí.
La última vez estaba fuera de la comunión con todo esto, y
corrí a mi iglesia propia como una especie de Zoar. Era desconfiado e infeliz
con todo. ¡La bondad de Dios se lleva a uno de los pies!
Me
pregunto cómo va todo contigo y si ahora vas viendo las cosas más claramente.
Me pregunto cómo te fue en la conversación con _____ ___ ,sin embargo, desde
mi punto de vista es incluso perfectamente natural que Dios levante almas santas
como la tuya para hacer el muy peculiar y delicado trabajo que se debe hacer en
Inglaterra, y por supuesto Él debe permitirles estar en perfecta paz y
confianza en cuanto a su posición o no podrían hacer su trabajo. Pero para
nosotros, que hemos escuchado el Llamado, esto es muy diferente: estar incómodo
es una sílaba del Mensaje Divino, recibir la completa certeza de la Fe es el
Mensaje completo.
Mientras tanto, te envío una foto del Santo Padre.
Él predica a la gente una vez cada dos semanas en los Jardines Vaticanos. _____
_____ fue a escucharlo y dijo que su simplicidad y ternura eran extraordinarias. Como
un gran párroco santo hablándole a su gente.
Ayer
fui solo a San Pedro. ¡Es indescriptible!...Rezo continuamente para que puedas
ver la luz completa y claramente. Es todo más fácil y coherente cuando la
última neblina se pliega.
(ii)
Permíteme desearte la mayor felicidad y gracia de Dios, y más que nada el gran
don que yo estoy seguro que te está descendiendo a ti desde “Padre de las
Luces.”
Ya
que quieres saber más sobre Roma, déjame contarte sobre el domingo. Fuimos a
escuchar al Papa predicar. Fue en un inmenso patio con el cielo azul sobre
nuestras cabezas. Habían sido colocados contra el final del muro un gran palio
rojo y el trono, sobre una plataforma. Dos guardias suizos lo custodiaban. El
patio, las ventanas y el techo estaban llenas con una multitud de 20.000
personas de todas las naciones del mundo. Por fin vimos a los alabarderos
moviéndose atrás a lo largo del claustro, y la multitud comenzó a inclinarse y
a aplaudir. Entonces una tropa de prelados comenzó a desparramarse, y al final
de todo él llegó caminando, enteramente vestido de blanco radiante, sonriendo,
bendiciendo y saludando con su mano. Luego se sentó y el coro comenzó a cantar
un himno. Después el predicó con una voz fuerte, con gestos, con una
extraordinaria paternidad y una amorosa mirada en su rostro…
El
entusiasmo era extraordinario. Se sentía que ahí estaba el fundamento de todo.
Era el sacramento de la unidad de Dios y del Cuerpo de Cristo…El nacionalismo
es una cosa pobre comparada con la unidad que podemos ver aquí. Se observa que
la promesa de Cristo no ha fallado y que la teoría romana es la única que hace
posible creer.
Cuando
él hubo finalizado entonó una especie de versículo y todos respondieron, y
luego dio la bendición apostólica y se propagó un gran “Amén” por parte de la
multitud. Entonces alguien le colocó una capa escarlata y un sombrero. Se
levantó ahí nuevamente, radiante, y la multitud una vez más se alborotó de
entusiasmo, aplaudiendo una y otra vez, mientras él se iba de la plataforma
bendiciendo y saludando con su mano y después de un rato desapareció. Fue como
un día de Pentecostés. “Partos, Medos y Elamitas…los oímos hablar en nuestras
propias lenguas las maravillas de Dios.”
Todo
esto es un asunto de “visión” no de argumento. De pronto esto se hace evidente,
emerge del caos, y uno se pregunta cual ha sido la dificultad en el mundo. Esta
emerger de la teoría al hecho es una experiencia extraordinaria. En la Iglesia
de Inglaterra yo adoptaba teoría tras teoría, escudriñando libros para
partidarios e historia para la evidencia. Y ahora he sido llevado fuera hacia
una especie de día soleado, con muchas cosas y dificultades que quizás no
tendría, pero dentro de la Realidad, con las promesas de Cristo y el reino
hecho manifiesto.
Podría
seguir por siempre y no debo. Evidentemente que es cierto eso de que el más
simple de los argumentos es el mejor, y que la evidente catolicidad, apostolicidad, unidad y santidad de la
Iglesia Romana valen mil veces más que la posible
catolicidad… de la Iglesia de Inglaterra. Ahí sentía como si yo tuviera que
defender a la Iglesia de sus enemigos, ahora siento que es ella la que me
defiende de los míos.
Otra
cosa que me impresiona enormemente es la fe del pueblo. Ayer por unos minutos
me arrodillé frente a la imagen de Nuestra Señora Esperanza de Inglaterra, y en
tres minutos, primero un hombre joven vino, se arrodilló, sumergió su dedo en
el aceite de la lámpara y se persignó; luego vino un anciano, rezó la oración
por la conversión de Inglaterra en italiano y besó el vidrio en el cual estaba
la imagen y entonces un tercer hombre vino y oró. Después me fui hacia la
imagen tamaño natural de la Pietá. Un hombre mayor llegó casi al mismo tiempo
murmurando una oración mientras caminaba, sostenía con ambas manos un rosario
cerca del conjunto, se levantó, se aproximó, tocó el pie de Nuestra Señora y
después besó su mano. Eran gente pobre y de clase media.
En
la tarde fui a la galería donde estuve solo. La bendición fue dada abajo. Nada
interesante, música horrible, y el continuo crujido y quejido de las sillas. No
había órgano ni coro. Un público de setenta a ochenta personas ( solo lo
ordinario para un día de semana por la noche) y un silencio sin aliento y
absorto en el momento mismo. La atmósfera de fe y de adoración era abrumadora.
Desde un punto de vista físico esto era especialmente poco atractivo…aún así
estaba este público, dispersado en un gran grupo desordenado, todos adorando a
Esto que estaba en una custodia en una pequeña oscura capilla lateral. Y eso
ocurre noche tras noche durante todo el año y la iglesia es en absoluto una
excepción.
Ayer en la mañana fui a ver al Papa y a los
cardenales yendo al consistorio. La multitud de unos cientos repletaba el
pasillo donde yo estaba para simplemente verlos pasar por ahí un par de veces,
esperando de pie una hora y media antes y tres cuartos de hora en el
intermedio. El Santo Padre caminó bendiciendo a su paso, con una gran joya en
su dedo, con su mitra y su brillante solideo. La gente gritaba: “Evviva il
Papa” y unos cuantos franceses: “Evvivá il Papa-re”, pero al Papa no le gusta
esto y lo ha prohibido”.
¡Oh
deseo poder explicarte mejor la convicción
que tengo! Hay muchas cosas que no me agradan…pero en cuanto a la Iglesia
Católica, simplemente no hay ninguna duda. Eso es todo, es el fin del asunto.
Es
increíble como la pequeña Inglaterra es conocida (y aunque suene arrogante
decirlo así, estoy seguro que la gran obra que Dios tiene para los conversos
ingleses es explicar…lo que la Iglesia de Inglaterra ha hecho y está haciendo).
Aún así Su pretensión va más allá de la duda o cuestionamiento una vez que uno
la ha visto. Su gente puede ser estúpida, derrochadores de dinero, ambiciosa,
viciosa o cualquier otra cosa dicha por sus enemigos, pero Ella es la Esposa de
Cristo y la Madre de todos nosotros…
“…te
recordaré de un modo especial el domingo. Quizás precisamente ese día Dios
puede darte el mejor regalo de cumpleaños que jamás hayas tenido. Rogaré por
eso.”
Un amigo anglicano me
pidió que le preguntara al padre Benson si las historias contadas en “La Luz
Invisible” eran verdad. Es una pregunta que aún se hace a veces. He aquí la
respuesta:
(iii)
“Estoy muy agradecido por lo que dices acerca mi libro… Sobre la “veracidad del
libro” debo explicarte cómo fue que se escribió. Yo tenía un gran número de
historias sobre cosas que eran literalmente “verdaderas” y tenía el propósito
de hacer un libro con ellas. Sucedió que se lo mencioné a un clérigo en cuyo
juicio confiaba y fue muy enfático conmigo al decir que yo no tenía derecho a
hacer públicas estas cosas y que abandonara la idea. En vez de eso hice este
libro de historias, ninguna de las cuales sucedió realmente, pero todas aquellas,
creo, y haciendo un paralelo con la realidad, hay algunos elementos en muchas
de ellas que son verdad de hecho. Me aferro con fuerza al hecho de que la
“ficción espiritual” es como cualquier otra “ficción”. Está destinada a
contener cosas que de una u otra manera han sucedido o deben suceder alguna
vez. Lo que traté de hacer fue tomar cosas que yo sabía eran ciertas y las
representé de tal modo que cualquiera pudiera entender.
…No
necesito decirte lo agradecido que estoy de que te encuentres tan cerca de dar
el paso hacia la luz plena…Siempre parece como si Dios diera la correspondiente
compensación. El mero hecho de estar fuera a plena luz del día, después de las
medias luces, crepúsculos y sombras (por muy hogareños y queridos que sean, por
mucho que contengan de propia belleza y verdad de Dios) esta claridad de la luz el sol es la alegría
más intensa. ¡Qué difícil es explicarlo! Las metáforas de la luz y del
crepúsculo parecen lo mejor por lo menos en mi propia experiencia. Uno no se
asusta con las sombras bajo la luz del sol, porque sabe lo que son; pero en el
crepúsculo uno no tiene la certeza de si son monstruos, hoyos o trampas. Por
ejemplo, los escándalos clericales, las apostasías, los errores episcopales,
los horribles accesorios del culto, todas aquellas cosas son terribles a la luz del sol y lo tientan
a uno a dudar, a enfriarse o a deprimirse. Sin embargo, a la luz del sol son
desagradables y lamentables, pero no son
nada más.
Hoy
fui a escuchar Misa, en el día de Santa Cecilia, en las catacumbas de San
Calixto, donde fue encontrado su cuerpo descansando tranquilamente a su
lado…Ayer visité la su basílica y escuché el “In Organis Cantantibus”, su
antífona, cantado magníficamente sobre su cuerpo donde este yace bajo la
cripta, debajo del altar mayor.
Bueno,
hoy día salimos temprano, seis millas aproximadamente sobre la Via Appia. El
cielo azul y el sol radiante, las ruinas, los cipreses, los colores y los
sonidos eran indescriptibles. Entonces por fin llegamos y vi a los Trapenses
quienes las custodian y nos introdujeron en la profundidad. Alrededor de
sesenta pies. Todos los pasillos están picados,
como sabes, en la roca sólida. ¡Existen alrededor de quinientas millas de
catacumbas en Roma! A ambos lados mientras íbamos bajando había compartimientos
llenos con los restos mortales de santos y mártires. Al final encontramos su
capilla. Resplandecía con las velas y el techo estaba casi oculto por los
crisantemos y dalias. Justo estaba terminando la misa rezada. Creo que de
alguna manera fue la experiencia más extraordinaria de mi vida. Ciertamente
esto me ha impresionado más que cualquier otra cosa que haya visto en Roma. Fue
abrumador mirar los rostros de la enorme multitud (ahí con suerte en la
habitación había lugar para el sacerdote y su asistente) husmeando afuera de la
cavidad a cada lado; escuchar las mismas palabras y el mismo acento; ver el
mismo tipo de rostros, y todo en el
mismo lugar como en el tiempo de Santa Cecilia. El el sentido de continuidad,
de comunión de los santos y la Iglesia Católica es indescriptible.
Y
luego la misa cantada superó todo. Un pequeño coro cantó Palestrina de manera
exquisita. Había tres sacerdotes alemanes vestidos de carmesí en el altar.
Escuchar todo lo que siguió bajo el techo de piedra, sesenta pies bajo tierra y
saber cómo los cristianos, nuestros conciudadanos, concurrimos a las mismas
ceremonias en la misma lengua y adoramos al mismo Cordero dieciséis siglos
atrás en el mismo lugar: todo esto tuvo un extraordinario efecto sobre todos
nosotros. Conmigo estaban un sacerdote americano y otro irlandés y ambos
sintieron lo mismo. Todas las respiraciones y los movimientos se detuvieron y
sobrevino un silencio como de muerte al sonido de la campana, y de la mezcla
del incienso con el aroma de las flores…¡bueno es inútil tratar de describir
esta tranquilidad! Después salimos hacia fuera cuando la misa terminó, a través
de los pasillos y vi los frescos de la Última Cena, de Jonás saliendo de la
ballena, de la paloma de la paz y el In Pace, a cada lado.
Al
final subimos nuevamente por una larga escalera por la que se desparramó un
rayo de sol. Arriba en el aire penetrante y claro, a tres millas a través del
campo, vi Roma. Ruego a Dios para que algún día tú veas todo esto por ti mismo. Voy a ayudar en
Misa pronto un día de estos aquí y, espero, en uno o dos años, decir una.
Este
atardecer fui a las Vísperas Primeras de San Clemente en su basílica y besé su
relicario, el de San Lorenzo y el de San Ignacio de Antioquía, y recé ante el
cuerpo de San Clemente y de los cuerpos de San Cirilo, Metodio y Catalina. Solo
imagina todo el significado que tiene para uno ¡sus reales cuerpos que
sufrieron y murieron! Incluyo un par de hojas de las decoraciones de la
catacumba hoy, las recogí del suelo y ellas han escuchado la misa aquí también.
Oré especialmente por ti en la misa de las catacumbas y ofrecí por ti
nuevamente mi comunión. Como estoy seguro que la crisis está cerca, le suplico
a Dios una y otra vez para que esté contigo.”
Otra nota sobre las
indulgencias:
(iv)
“No sabemos lo que significa un “día”. Llámalo x, una cantidad desconocida. Se debe usar alguna medida y el día
canónico de penitencia es uno obviamente. Que todo esto cuenta para para que
cada esfuerzo espiritual que hagamos (y nuestra determinación está garantizada
al cumplir ciertas condiciones precisas de oración) nos exima mucho de la pena
temporal. Esto es muy natural. Un padre podría decir esto a su hijo: tú no
necesitas asistir a las reuniones familiares, pero si lo haces, tendrás media
hora menos de colegio; y si asistes un par de veces al día, tendrás una hora de
remisión.”
Sobre la fiesta de la
Inmaculada Concepción:
(v)
“Esta noche, en esta espléndida Fiesta, acabo de ir a la iglesia y prendí una
vela por ti, tal como era tu deseo. Opté por “Nuestra Señora, esperanza de Inglaterra”
donde suelo rezar por ti, y ahí está y arderá por ti mañana.
Este
lugar es, como siempre, maravilloso. La forma de culto es muy llamativa para la
mentalidad inglesa, pero ayuda de manera admirable a la fe cuando uno empieza a
comprender que el catolicismo significa inclusión en lugar de exclusión de
otras religiones: todas las cosas son nuestras, ya que nosotros somos de Cristo
y Cristo es Dios. La manera en la que el dominio de Roma ha pasado de la esfera
temporal a la espiritual es muy impresionante…los antiguos templos se han
convertido en iglesias y los obeliscos y las columnas se ha coronado con la
cruz o con un santo cristiano. También las antiguas imágenes se han consagrado
y han sido rebautizadas. Podría continuar para siempre, pero no debo.
Estaré
muy ansioso hasta escuchar que está a salvo, aunque desde luego no debería
estarlo…Bueno, sé que Dios te tiene de la mano entonces, ¿Por qué debería estar
ansioso?”
Con respecto a un
“inteligente y sarcástico” folleto, el Padre Benson:
(vi)
No puedo soportar estos ataques al
anglicanismo, aunque uno siente que las teorías anglicanas son francamente
imposibles. Sin embargo, la amargura al decirlo me parece detestable y no es
nada bueno…Hay un gran consuelo en la idea de que el catolicismo incluye a
todos los [anglicanos] que acoge (lo sabríamos si no lo hiciera) y es una mera
cuestión de tiempo, en este mundo o en el próximo, cuando todos ellos le acojan
también. Ir del anglicanismo al catolicismo es más una aceptación que una
renuncia… ¡Sí! Sé a lo que te refieres con “Si todas las iglesias fueran como
_______ _______,”. Pero entonces ¡no sería la Iglesia de Inglaterra! Creo yo
que la Iglesia no podría mantener el estándar de ________
________ en todas sus parroquias sin estar en comunión con la Iglesia Católica.
Esto es porque ella no puede reconocer que es solo humana y que el cimiento de
la Roca de Pedro es lo único estable. La sucesión de hombres santos puede
mantener el estándar en alto, pero en la Iglesia Católica se mantiene ¡sin
necesidad de ellos!
En la misma carta:
“Se
puede casi llegar a decir que la “subjetividad” no tiene nada que ver con el
egoísmo o el orgullo de lo que tiene medir seis pies de altura. Es un método de
pensamiento y por supuesto, tiene su peculiar peligro, exactamente como lo
tiene la objetividad. Creo que es una cuestión complicada hasta qué punto se
debe desarrollar un método, cualquiera sea de los dos, o desarrollar lo que te
falta con el fin de lograr estar equilibrado. En términos generales se podría
decir que la imaginación, la intuición, el ingenio y etc, etc, son subjetivos,
y que la estabilidad, las habilidades prácticas, el poder de gobernar son
objetivos. Al menos es lo que yo creo. Es un fascinante estudio psicológico. Desearía
realmente conocerlo.”
Esta carta anuncia la
próxima publicación de “Un libro del Amor de Jesús”. El padre Benson dice que
está “encantado” por eso.
“Son
hermosas oraciones y versos. Creo que te encantarán".