miércoles, 3 de julio de 2013

Formación doctrinal para los jóvenes



        
         Mis hijos asisten a un colegio de una congregación que tiene una presencia importante en todo el mundo. Lamentablemente los aires primaverales liberales del CV2 han servido para que por un parte esta congregación se vea cada año más disminuida en vocaciones y por otra  para la completa ignorancia religiosa que opera en sus aulas. Ya los hermanos de la congregación no hacen clases y se limitan como una tropa de viejitos jubilados, a dar vueltas por el patio del colegio, a pasear tranquilamente por las calles de la ciudad donde se encuentra el colegio "echando la talla"  y a gozar del beneficio que les otorgamos los que pagamos un precio bastante alto por este colegio, la única alternativa más pasable por estos pagos. Implementar el sistema de home school nos ha sido imposible, lamentablemente. El colegio ha pasado a manos de laicos y la enseñanza religiosa que les entregan a sus alumnos es desastrosa. No quiero alargarme enumerando la cantidad de aberraciones no sólo litúrgicas sino de formación que se les entrega a los niños. Es doloroso comprobar cómo a estos pobres chicos se los deja a su suerte y no existe preocupación por la salvación de sus almas. Para muestra un botón: Clase de religión en 7mo. Básico, el profesor (un cura con permiso para no ser cura...sic) les dice a sus alumnos que no importa que comulguen con pecado mortal, porque basta que en su corazón le digan a Jesús que los perdone...Jesús, perdóname y basta, quedan perdonados y habilitados para ir a comulgar. No es necesario que se confiesen. Otra muestra más: se les exige a los niños dos años de (des)-catecismo para su primera comunión. Al cabo de los dos y pasado un tiempo de tres años los niños no tienen idea qué es la confesión, ni a Quién  están recibiendo al comulgar. Los niños ya no tan niños, no van a misa nunca y cuando organizan una "liturgia" en la capilla del colegio van muy campantes a comulgar muertos de la risa, sin ningún recato.
           ¿Culpa del colegio? Sí y no. Culpas compartidas, pues son los padres los primeros formadores y trasmisores del catecismo. Pero mi generación, la generación de los padres de estos niños es una generación mal formada, nulamente formada, con una ignorancia religiosa que es culposa. Culposa porque es deber de todo católico estudiar la doctrina. Es un problema que se arrastra desde hace unas cuantas generaciones, sin embargo la falta de conocimiento de la doctrina no puede justificarse con la ignorancia invencible. No vivimos en la selva ni en medio de las montañas salvajes. Hay pereza intelectual, desinterés por las cosas del Cielo y por las relativas  a la salvación eterna. Y he aquí lo grave del asunto: se está jugando con fuego al cometer sacrilegios como las comuniones de estos niños, que se hacen reos de condenación eterna. Eso es lo que me asusta y me preocupa. Mis hijos tienen la formación en su casa, tienen la Misa Tradicional que es un verdadero catecismo, tienen buenos libros...pero el resto. Alguien me podrá decir: no es problema tuyo, pero pensar en esos niños que viven como paganos liberales y que conviven con mis hijos me causan lástima. Y lo peor de todo es que cuando se intenta decirles que están en el error y que no tienen formación, se nos tiran encima porque detestan ellos y sus padres que se les hable de doctrina...es una carga pesada, mejor vivir en la ignorancia. Pero bueno este post ya se está alargando mucho. Nada más me interesaba manifestar mi preocupación y mi dolor al ver lo mal formados que están los jóvenes y que no se está prestando suficiente atención en esto. Estamos en el mundo y por tanto, estamos siendo expuestos a una serie de peligros y tentaciones, y los jóvenes con mayor razón. Hay que darles las armas necesarias para que libren el buen combate de la fe, el problema es que nadie se las da...y peor aún, ni siquiera saben que hay que librar un combate porque han perdido toda noción de pecado. 
Como texto para la reflexión les dejo este hermoso pasaje de otro Monseñor,  bien conocido de Hugh Benson, Ronald Knox:

           "La religión es una relación personal entre el alma y Dios, un servicio de amor, un amor de sumisión; en cierto sentido, puede decirse que no es nada más que esto.
           Supón, por un momento, que has naufragado en una isla desierta y estás completamente solo. Probablemente, tu primer movimiento, como el de Robinson Crusoe, sería construir una choza y encender un fuego y fabricar una serie de utensilios  y herramientas que hubieras sido incapaz de hacer sin cierta experiencia como boy scout: mesas y sillas con loas restos del naufragio, anzuelos con alambres y clavos, tramas para animales...Y cuando, por fin, estuvieras disfrutando de un asado de conejo, probablemente pensarías: "Ahí va! ¡Si hoy es viernes! No debería comer eso...". Y luego vendría el domingo, y tal vez no sabrías qué hacer en todo el día. Por supuesto, dejarías de trabajar en la construcción de la choza para respetar el descanso dominical, pero no podrías ir a Misa, ni ese día ni ningún otro. Y entonces se te ocurriría pensar hasta el fin de tu vida, o al menos hasta que pasase el primer barco y te viera, no tendrías más remedio que vivir tu religión a tu manera. Estarías, más o menos, en la misma situación que los Padres del desierto. Tal vez te dieses cuenta entonces de que no sabías demasiadas oraciones de memoria y empezarías a confeccionar algunas por tu cuenta. Luego, tal vez se te ocurriera pensar que no tenía demasiado sentido recitar oraciones estando completamente solo y te contentarías con pensarlas. Después, finalmente, alcanzarás tal vez un  nuevo estadio...
          Quizá conozcas la anécdota de la vieja dama que vivía sola en el campo y estaba paralítica y ciega; cuando algún amable visitante le preguntaba qué hacía durante todo el día, ella solía responder: "Bueno, a veces estoy sentada y pienso; otras me limito a estar sentada...". No trato de sugerir con esto que haya una forma de oración que pueda ser descrita teológicamente como "estar sentado", pero sí existe una - y algunos de los hombres y mujeres más santos en la historia de nuestra religión la han practicado - que, externamente, se le parece mucho; una forma de oración que no se expresa con ruido de palabras, que se realiza, en la medida de lo posible, renunciando a toda actividad del pensamiento o de la imaginación, que se hace limitándose uno a arrojarse en los brazos de Dios, a descansar en Él y a dejar que Él mismo nos dicte el tema y la manera de orar, que el Espíritu Santo, por decirlo así, hable por nosotros. Sin libros, sin compañía humana alguna, al margen de cualquier acontecimiento externo que diferencie un día de otro, podrías encontrarte inmerso, casi sin darte cuenta, en esta forma de oración y alcanzar así un grado de santidad muy elevado.
          Bien, es posible que Dios quiera llamar a alguno de vosotros a servirle de esta manera, dándoos una vocación de alejamiento del mundo. Pero si no es así, si vais a permanecer en el mundo, es evidente que vuestra amistad con Dios, que es, como os he repetido tantas veces, la esencia de la religión, no va a ser algo tan simple, tan sencillo como sentarte y pensar o estar sentado en una isla desierta. El mundo en que vivimos, el mundo en que tendrás que estar inmerso día a día, afectará profundamente a esa amistad, introducirá vaivenes en ella.
         Pero hay más todavía: cuando antes te recomendaba que te formaras doctrinalmente, que leyeras buenos libros de moral y de teología católica, no lo hacía pensando fundamentalmente en que pudieras rebatir con brillantez a los enemigos de nuestra fe. Lo hacía pensando en ti, en la necesidad que tendrás de alimentar tu fe y fortalecer tu vida religiosa. En cuanto salgas del colegio y empieces a rozarte con el mundo, experimentarás un desgaste - que tal vez ya ha empezado a afectarte - a través de los libros que leas, las películas que veas, el ambiente que te rodee...la cultura moderna, en suma, que, no te engañes, es pagana en muchísimas cosas. Y no digo esto porque viva en un país de minoría católica o en una época intelectualmente alejada de Cristo. No; en todas las épocas, en todos los países, ha habido, y hay, ambientes que actúan como disolvente de la moral católica; respirarás un aire en que la piedad y la vida religiosa languidecen.
          La inteligencia humana tiende casi siempre a ver las cosas desde un punto de vista meramente terreno, el único que su visión penetra, dando de lado a una realidad más profunda, aquella que la relaciona con la visión divina de las cosas. El arte y la literatura se refieren casi siempre al hombre, a su nivel más rastrero, el de sus pasiones, sus temores, sus rebeldías contra el orden en que se vive. Todo eso exhala un sutilísimo veneno contra el cual, quienes amamos la verdad y el orden establecidos por Dios, debemos poseer un antídoto; hemos de luchar, hemos de reaccionar, pero, sobre todo, hemos de ver las cosas - y proclamarlas - tal como se ven desde esa atalaya que es la Doctrina Católica, donde Dios habita. Debemos, de vez en cuando, llenar los pulmones del alma con el aire de esas alturas, aunque a veces respirar ese aire finísimo nos cueste hacer un esfuerzo. Si no lo haces, los miasmas del mundo actual te irán invadiendo, debilitarán tu resistencia y terminarás siendo presa de esos gérmenes de infidelidad que tanto abundan. Y olvidarás a tu Amigo."

                                   Ronald A. Knox, Retiro para gente joven.

 
         

6 comentarios:

  1. Mande a sus hijos a un colegio de FASTA.

    Ernst

    ResponderEliminar
  2. Estimado Ernst: Vivo en Chile comprenderá usted...no hay FASTA. Si tuviera otra alternativa de colegio los pondría en uno laico y bien laico porque prefiero que su formación religiosa la reciban en casa sin ningún tipo de "carisma". Nada de colegios Opus, ni Legionarios, nada que tenga aroma a neocon. Estos colegios podrán ser buenos en algunas cosas, pero en otras no. Me basta con tragarme a esta congregación.
    Saludos,
    Beatrice

    ResponderEliminar
  3. Estimada Beatrice: comparto tu preocupacion respecto de tus hijos. A mi me pasa lo mismo en un colegio supuestamente catolico .Es tan malo todo ,que desisti de conseguirle un sacerdote, porque me aterroriza imaginar a quien puedan mandar.Prefiero que lo que aprendan ,sea enseñado por mi.Hace ya unos años,el menor de mis hermanos iba a un colegio del Opus, y si bien es un hermano al que quiero mucho porque es una gran persona, su formacion religiosa es de regular para abajo.Creo que cada vez mas,se cumple lo de los "pequeños rebaños" que iran resisitiendo en la medida de su FE y su constancia para no desfallecer.De todos modos,lei que tienes un hijo de 10 años, bueno yo tengo una preciosura de 9 que lleva el nombre de la Virgen Santisima, asi que algun dia me ire de paseo a Chile....
    Te mando un gran saludo desde Argentina

    criollo y andaluz

    ResponderEliminar
  4. Querido Marcos:
    Tengo de cerca de experiencia de colegios de la Obra y en verdad yo no sé que les enseñan, creo que bajo la apariencia de ser conservadores, son uno de los movimientos más liberales que conozco. Sabiendo como está la cosa doctrinal en todas partes, lo mejor es formarlos en la casa, estudiando el catecismo. Sobre mis hijos tengo tres niñas y tres niños, en entre 12 y 3 años. Uno de los cellistas, el de 10 años, es de esos que no se puede quedar callado...las larga y creo que eso le va a traer más de un problema.
    Con los brazos abiertos lo esperamos aquí cuando se dé un paseo por estos hermosos valles circa Aconcagua.
    un abrazo como siempre,
    Beatrice

    ResponderEliminar
  5. Usted no se imagina LO BIEN, lo bien espiritualmente que me ha hecho el texto que subió del gran Monseñor Ronald A. Knox...que Dios le pague usar este medio para traernos la paz de Cristo, en tan hermosas palabras como las compartidas, estaba pasando y estoy pasando exactamente por todo lo que relata monseñor, y la verdad no sabia si tenía un nombre, no sabia si estaba erradO, no sabía si estaba haciendo las cosas mal o bien... MUCHAS GRACIAS!
    Un universitario argentino que quiere llegar al Cielo.

    ResponderEliminar
  6. Querido Juan:
    Siga usted dando el buen combate armado por la oración, los Sacramentos y los consejos de los viejos maestros como Monseñor Knox. Me alegra querido joven que le haya servido la cita. Esa es la intención del blog, alimentar el alma con lecturas enaltecedoras.
    Un gran abrazo desde el Valle del Aconcagua
    Beatrice

    ResponderEliminar

Comentarios anónimos solo se publicarán si son un aporte al blog