viernes, 25 de diciembre de 2020

El Nacimiento en un pesebre, por Mons. Marcel Lefebvre

 


          "Si queremos ir unos momentos a la gruta de Belén y tratar de considerar lo que sucedió en el momento del nacimiento de nuestro Señor, sigamos a los pastores. En sus rostros leemos la alegría y el entusiasmo al pensar que los ángeles les habían señalado al mesías, el Salvador que esperaba todo Israel. ¡Por fin ha nacido! "Esto tendréis por señal: encontraréis al Niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre" (Lc. 2, 12). Por tal motivo, los pastores se apresuraron a ir a ver a aquel niño, el Salvador de Israel y de todas las naciones. Y si nosotros hubiéramos podido acompañarlos y unirnos a ellos, habríamos encontrado - como dice el Evangelio - a María, a José y al Niño en el pesebre.

          Observemos bien la insistencia del Evangelio sobre el hecho de que el Niño Jesús fue puesto en un pesebre, o sea, en un comedero para animales.

         La propia Iglesia se complace en mostrarnos los detalles entre los que nació Jesús. Tenía que haber una presencia de animales, como cantamos en un responso durante la noche de Navidad: !¡Oh gran misterio y admirable sacramento, el que los animales contemplaran al Señor nacido y reclinado en un establo!" (4to. responso del Oficio de Maitines de Navidad.) Los animales vieron a Jesús. La Iglesia quiere señalar con ello que no sólo es el Creador sino también el Dueño. Todas las criaturas tienen que rendirle homenaje, incluso las irracionales.

         "Toda carne verá la salvación de Dios" (Lc. 3, 6). La carne de los hombres, la de las aves, la de los animales y la de los peces verá a nuestro Señor (cf. 1 Cor 15, 39), pues es el Creador y el Dueño.

          Por esta razón, Jesús quiso nacer en un pesebre."

                                                          Monseñor Marcel Lefebvre, en "La Vida Espiritual"

                          ¡Feliz Navidad queridos lectores de Bensonians!

martes, 22 de diciembre de 2020

El tiempo que nos dieron


 "- Ayer te hablé de Sauron el Grande, el Señor Oscuro. Los rumores que has oído son ciertos. En efecto, ha aparecido nuevamente, y luego de abandonar sus dominios en el Bosque Negro, ha vuelto a la antigua fortaleza en la Torre Oscura de Mordor. Hasta vosotros, los hobbits, habéis oído el nombre, como una sombra que merodea en las viejas historias. Siempre después de una derrota y una tregua, la Sombra toma una nueva forma y crece otra vez.

- Espero que no suceda en mi época.- dijo Frodo.

-También yo lo espero - dijo Gandalf -, lo mismo que todos los que viven en este tiempo. Pero no depende de nosotros. Todo lo que podemos decidir  es qué haremos con el tiempo que nos dieron. Y ya, Frodo, nuestro tiempo ha comenzado a oscurecerse. El enemigo se fortalece rápidamente, y hace planes todavía no maduros, pero que están madurando. Tenemos mucho que hacer. Tendremos mucho que hacer aun cuando no mediara ese riesgo espantoso". 

         J.R.R Tolkien, El Señor de los Anillos, La comunidad del anillo, Cap 2, "La sombra del Pasado"

     Fotografía gentileza de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:West_Farthing-Tuck_Borough.jpg