Salve, verdadero Cuerpo nacido de María
quien fue por los hombres crucificado;
¡He aquí! la sangre mezclada con agua,
que fluye desde el costado traspasado
Señor de la Vida, que entonces sufriste,
cuando nos acerquemos a nuestro último aliento
se Tú para nosotros nuestro Alimento y nuestro socorro,
en la hora terrible de la muerte.
Robert Hugh Benson, Poems.
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