jueves, 20 de noviembre de 2014

Del blog Mundabor: Ahora es oficial: Francisco te odia

Sí, tú. Tú buena esposa, y buen esposo. Tú que te casaste por la Iglesia, tú que rezas el rosario. Tú, señor, eres su enemigo.
El Más Sorprendente Hipócrita en la Historia de la Iglesia ( TMAHICH) (sigla en inglés, n. de tr.)  continúa saboteando al catolicismo. Comienzo a pensar que su odiocidad por los católicos es tan fuerte que no puede abstenerse de ser sarcástico contra ellos, incluso si tratar de refrenar su lengua. Esto, o este grapa juega un rol.
Ahora ni siquiera están bien los católicos con una vida ordenada, o que viven sin pecado mortal en su consciencia y están casados por la Iglesia. Francisco es el hombre que ordena que se le dé la comunión sacrílega a el 80% de los comulgantes de una barriada marginal; es el que sugiere que muchos de aquellos buenos católicos deben estar "muertos" por dentro. Los concubinos de los barrios marginales, los travestis, los sacerdotes maricones - ver a su
amigo - están todos bien.

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¿Muerto por dentro? Si quiere ver a uno, lo único que necesita este hombre es un espejo.
 Si eres cualquier clase de pecador : homosexual, concubino, ladrón, este Papa te querrá mucho. Pero comienza a vivir una vida católica y su odio contra ti será imposible de contener.
No puedo evitar pensar que este Papa tiene tal odiocidad viceral por los católicos, que él arremete contra ellos incluso si sabe que debiera ser más cuidadoso. Simplemente está fuera de su control.
Él ha tenido odio por los buenos católicos toda su vida. Para él son hipócritas.  Él debe estar tan corrompido interiormente que ha olvidado lo que es tener un corazón sincero.
Pero tú en cambio eres un alma sucia. Posiblemente un pervertido.
Él verá su propia suciedad en ti, y tú le agradarás inmediatamente."

Nota de Beatrice: Concuerdo completamente con Mundabor. Gracias a Dios mi fe no pasa por hombres. La fe es un don gratuito de Dios que hay que cultivar, acrecentar, y que al único que he de dar cuentas de lo que he hecho con ella es a Dios. Lo que piense el papa de turno me da lo mismo. Sus gustos, opiniones personales extra magisteriales me dan exactamente lo mismo. Y aunque no soy sedevacante he aprendido a vivir casi como si lo fuera. Me basta con cumplir mis deberes para con Dios, mis deberes de estado y mis deberes para con mi prójimo, poniendo en práctica aquello que la sana doctrina me manda, recibiendo los sacramentos, e intentando mantener durante el día el pensamiento en presencia de Dios.
¿Qué igual me toca o me afecta lo que haga nuestro Obispo de Roma? Obviamente que sí en cuanto a que es la cabeza de la Iglesia y que ciertas medidas que tome van a repercutir, por ejemplo, en la vida parroquial o de la iglesia donde vayamos habitualmente. Sin embargo, esta cabeza es similar a la de un padre de familia. En este caso nos encontramos con una calamidad de padre de familia. Mi padre va a ser mi padre aunque sea un inepto como tal. Y yo solamente tengo el deber de obedecerlo cuando actua como un buen padre de familia cumpliendo su deber. Si mi padre me manda a hacer algo que va en contra de las normas de la familia y en contra del bien común de ésta, o en contra de las leyes de Dios yo no estoy obligada a obedecerlo, es más, debe resistirme.  
 Este mal padre que castiga a los hijos buenos y favorece a los malos deberá dar cuentas. Yo me pregunto si Francisco es consciente de ésto, o si cree que está ahí para hacer lo que se le viene en gana, o si definitivamente tiene un serio problema de bipolaridad.
En fin, gracias a Dios mi fe no pasa por hombres.

2 comentarios:

  1. Beatrice : muchas gracias por la traduccion. A este sujeto le debe parecer muy facil llevar adelante una familia como Dios manda.
    El obis-pillo de Roma tiene dos problemas, el mas leve es que su lengua funciona mas rapido que sus neuronas,y el mas grave ,es que ha perdido la FE. De ahi viene su odio visceral contra todo lo que siempre fue Catolico.
    Mis oraciones por vos y tu familia,como siempre.
    criollo y andaluz

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  2. Hola Marcos: ¡tanto tiempo! Creo que si nuestro p.p. Franciscus tenía sus trancas psicológicas y problemas de formación ahora con este cargo se han afianzado. Es increíble lo imprudente que es en el actuar y en el hablar, en definitiva, una calamidad por nosotros merecida.
    Un abrazo desde el otro lado de la Cordillera,
    Beatrice

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