Creo que frente a los actuales acontecimientos de violencia que venimos experimentando a diario, y dado Roma y su Obispo no están aportando con absolutamente nada para nuestra vida espiritual y para nuestra salvación, las palabras de este querido monseñor vienen a remecernos para que no nos olvidemos que vamos a morir.
Esquemas
de Sermones I
Los Sermones
Anglicanos
I.
Adviento
I.
La Muerte
Lucas12, 20 “Mas, Dios le dijo: “Necio, esta misma
noche te van a pedir el alma”.
Introducción: 1.
Esta es una de esas frases que no necesitan mayor explicación para mostrar su
solemne tragedia (cf. Mejor le fuera a ese hombre…Mateo 26, 24) Él dijo,
“Alma…” Pero Dios dijo, “necio”.
Tendríamos que haber esperado semejante palabra dirigida a un blasfemo,
o a un borracho, a un avaro; pero él no era ninguno de esos – ni siquiera un
avaro. Pretendía gastar su dinero para estar más cómodo y confortable. Eso era
todo, pero olvidó que tenía que morir. No miró más allá de este mundo. Pensó
que su alma podía estar satisfecha –“Alma” – “Necio”.
2. El Adviento nos ofrece un mensaje sobre las Cuatro
Últimas Cosas. Vamos ahora a pensar en la muerte. Tenemos que habérnoslas con
las tres. Todos tendremos que habérnoslas con la Muerte y con el Juicio, y luego con la elección que
estamos haciendo ahora, entre el Cielo y el Infierno.
I.- ¿Qué es
la Muerte?
(a) La absoluta, universal y total pérdida de los
bienes terrenales. Todas las cosas que aprecio: mi casa, mi dinero, mis libros,
muebles, pinturas – Me marcho con nada en absoluto.
(b) Mi cuerpo desaparece. El cuerpo que me tomó
tantas molestias – para mantener la salud- la buena apariencia- el que vestía-
en el que gastaba mi dinero. El cuerpo con el cual pequé con – la lengua-las
manos-los pies- todo esto queda atrás. Y me marcho soportando sobre mí la culpa de estos pecados- “no
llevaré nada, excepto mi carácter”.
(c) Es el paso del alma a la eternidad. La campana
de la muerte – otra alma llevando su carga, dejándolo todo. ¿Cuál es el estado
de esa alma? ¿Distorsionada por la pasión? -¿muerta y fría?- ¿purificada?
¿Perdonada? - ¿en paz con Dios y consigo misma? Dice: “Límpiala, os lo ruego,
con la Sangre del Cordero Inmaculado que fue inmolado para quitar los pecados
del mundo”.
II.- 1. Es
cierta.
(a) La Revelación me dice que debo morir- “Y así
como fue a los hombres sentenciado a los hombres morir una sola vez” (Hebreos
9, 27) – La Biblia está llena de advertencias.
(b)La razón: lo que nace debe morir. La semilla
corruptible no puede ser eterna.
(c)La experiencia: aquellos que hemos conocido.
Hemos observado a hombres que alguna vez fueron fuertes, cayendo cuesta abajo-
muertos. Ninguno de los aquí presente hemos vivido cien años. Ninguno
estará con vida de aquí a cien años.
(d) El instinto: siento la semilla de la muerte –
siento mi corazón latir – mis pulmones respirar; si ambos se detuvieran, todo se
acabaría. Yo sé dentro de mí, que no puedo continuar indefinidamente.
2. Todas
las circunstancias son inciertas.
(a) ¿Cuándo?
Esta noche – en una semana – en diez años. Yo no lo sé, Dios lo sabe. Llegará
el día en que el sol saldrá por última vez para mí.
(b) ¿Dónde? En
la casa donde vivo, o en otra – o en la calle, o en un tren, Dios lo sabe.
Existe en el mundo un lugar, un pedazo de tierra donde yo moriré.
(c) ¿Cómo?
Con una larga agonía, con una corta, con una enfermedad indolora – consciente,
inconsciente. Y ellos estarán mirando, ¡Pobre tipo! – en un accidente, un
grito, un llanto, un choque- y estaré muerto – Dios lo sabe.
(d) ¿En qué
estado?
Con
pecado mortal: blasfemando con dolor – muerte con
indiferencia – como un animal –
noventa y nueve de cada cien mueren en silencio.
O
Con presunción: no he hecho nada incorrecto – no me
avergüenza reunirme con Dios – si todos están salvados, yo lo estaré.
O
como humilde penitente: “Señor – yo he pecado – he
hecho aquellas cosas…he dejado de hacer – no hay salud en mí” “¡Ay Dios!
Permite que muera como un penitente.”
III. Es cierto que moriremos – lo incierto es
cuándo, dónde, cómo o en qué condiciones. No estoy tratando de predicar un
sermón. Yo simplemente les estoy contando lo que ustedes conocen desde ya
perfectamente bien, pero que es muy difícil hacerlo real para nosotros mismos. ¡Cuán diferente sería nuestra vida!
(Los
antiguos eremitas que colocaban cráneos frente a ellos eran llamados morbosos
y tenebrosos – pero ellos eran más sabios que nosotros – nosotros siempre
tratamos de olvidarla- misericordiosamente Dios no nos lo permite
completamente. Así como también es un error pensar en ella demasiado)
¿Qué
vamos a hacer ahora?
No
hablaré de los pecados graves – sus conciencias les hablarán a ustedes más
fuertemente que cualquier sermón. No es
a un gran pecador al que Dios llama “necio”.
Sin
embargo, ¿dónde han asentado ustedes sus planes? Así como te sientas solo, o
permaneces despierto durante la noche, acaso ¿has hecho planes solamente para
este mundo? O ¿recuerdas la muerte? ¿Haces tu dinero o estás tratando de
hacerlo? Pecador del norte de Inglaterra, ¿después de eso qué…? (1)
(1) Nota del padre Martindale: “Se refiere a la
historia de un penitente de San Felipe Neri, a cuya exposición de cada etapa de
su proyectada carrera, el santo interponía un ¿y después qué? La pregunta final
de esta cuestión es dicha para tener la conversión del joven.
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