Hoy después de la Santa Misa llevamos en nuestro auto al padre que reza la misa tradicional cada domingo en su parroquia en Valparaíso. Mientras viajábamos nos habló del padre Mateo y de su apostolado: el de la Entronización en el hogar del Sagrado Corazón, tan querido por San Pío X. Yo solamente conocía de él un libro sobre la Santa Misa y la Hora Santa, pero no tenía idea de toda su labor de apostolado. Está sepultado el padre Crawley en la cripta de la Iglesia de los SS.CC de Valparaíso. Espero algún día poder visitar su tumba y rezar por él, y obviamente pedirle para que él también rece por nosotros. Rezaremos para que algún día sea llevado a los altares. Les dejo a continuación un artículo sobre su vida y obra.
Beatrice
Mateo Crawley Boevey ss.cc.,Apóstol del Corazón de Jesús
por Fernando Cordero Morales ss.cc.
Con motivo del Centenario de la Entronización, van a tener lugar el próximo fin de semana varios actos en Paray le Monial. Te ofrecemos este artículo que ayuda a aproximarnos a la vida del P. Mateo, iniciador de la Entronización. 1. Peruano universal.
2. Su frágil salud cambia el rumbo de su vida.
3. Un predicador con palabras de fuego.
4. Hasta los confines del mundo.
5. La mejor predicación: su testimonio frente al dolor.
6. El P. Mateo y el carisma de los Sagrados Corazones. Peruano universal. Mateo Crawley-Boevey y Murga nació el 18 de noviembre de 1875 en Tingo, cerca de Arequipa (Perú). Por el sacramento del bautismo recibió el nombre de Eduardo Máximo. Su padre era inglés y su madre peruana. Cuando Mateo contaba dos años de edad su familia se trasladó a Inglaterra, donde permaneció hasta que el niño cumplió los ocho años. Regresaron a Arequipa y luego tomaron rumbo hacia la ciudad chilena de Valparaíso. Desde su infancia sufrió frecuentes ataques de bronquitis y una laringitis constante. Su madre le aseguró un día: Si Dios quiere que seas sacerdote y apóstol tendrá que hacer un milagro contigo, pues así como estás nunca podrás predicar. Se educó en el colegio de los religiosos franceses de la Congregación de los Sagrados Corazones. En esta corta etapa podemos observar la rica confluencia de idiomas con que contó la formación del futuro apóstol. Siendo estudiante en el colegio de los Sagrados Corazones tuvo lugar la muerte del P. Damián de Molokai. Fue un hecho que animó al joven Mateo a entrar en la Congregación a la que perteneció el misionero belga. Contaba quince años de edad cuando pide permiso a sus padres para iniciar la vida religiosa. Al fin, tras una primera respuesta negativa de su padre, permiten a su hijo que tomase la opción que creyese más conveniente para su futuro. Inició su noviciado el 2 de febrero de 1891. Antes de la profesión temporal su P. Provincial enviaba al Superior General una carta fechada el 10 de septiembre de 1892: Mañana profesará un joven novicio peruano, un simpático joven, modelo de piedad, de penitencia y de excelente carácter. Es el mejor de todos desde que se inauguró el noviciado en América del Sur. Él hizo mucho bien a los seis novicios que recientemente llegaron de Francia. Ya desde el noviciado Mateo fue un apasionado de la eucaristía y de la adoración. El P. General planeaba enviar a Mateo a realizar los estudios eclesiásticos en la Universidad de Lovaina, pero su Provincial logró retenerlo en Chile. En una carta al Superior General expresa que quiere ser un santo y verdadero religioso. Tras su ordenación sacerdotal en la Catedral de Santiago de Chile, el 17 de diciembre de 1898, sus superiores le ponen al frente de la Acción Social, una organización muy necesaria en el Valparaíso de la época, donde las clases trabajadoras eran explotadas en extremo. Trabajó también como profesor en el colegio y en la Universidad. Su frágil salud cambia el rumbo de su vida. Su dedicación a los más necesitados, a causa del terremoto que destruyó casi por completo Valparaíso el 16 de agosto de 1906, le condujo a un estado de total agotamiento. Los médicos aconsejaron al Provincial que hiciera viajar al enfermo durante un largo tiempo. Estas prolongadas vacaciones darán un nuevo rumbo a su vida. Llegó al monasterio de Paray-le-Monial donde santa Margarita María de Alacoque recibió las revelaciones del Corazón de Jesús. Aquí fue donde el P. Mateo descubrió su misión en la Iglesia: la entronización del Corazón de Jesús en los hogares, en los pueblos, en las ciudades y países. Y juntamente con esto la Hora Santa, la consagración de las familias al Sagrado Corazón, la práctica renovada de los primeros viernes, la adoración nocturna y cuanto se refiere a la devoción al Corazón de Jesús. Antes de dejar Paray-le-Monial se consagró totalmente al Corazón de Cristo: Sagrado Corazón de Jesús, supremo amor de mi vida, yo me consagro a Ti en un espíritu de perfecto abandono a tu divino amor. En tu gran misericordia dígnate aceptarme a mí como una oblación de amor a fin de encender en todos los sacerdotes el fuego de tu amor y el celo por tu divino Corazón... De regreso a Chile, comienza a publicar innumerables folletos y libros, entre los que destacamos a lo largo de su trayectoria: Jesús, Rey de Amor; Hora Santa y Adoración Nocturna. Funda un secretariado y sale por las casas para entronizar al Corazón de Jesús en los hogares. Hacia el año 1912 eran ya ciento veinte mil las familias en las que había hecho la entronización. Esta entronización de la imagen del Corazón de Jesús había de ser el comienzo de una vida familiar profundamente transformada por el amor de Jesús. De ahí pasó a la entronización en las escuelas, colegios, fábricas, hospitales, oficinas públicas y privadas, incluso en las imprentas. Los obispos de Chile publicaron en abril de 1913 una carta pastoral colectiva recomendando la entronización y pedían al Papa Pío X que enriqueciera con indulgencias especiales dicha práctica. El Papa concedió gustoso lo que pedían los obispos chilenos y su sucesor, Benedicto XV, extendió las indulgencias al mundo entero. Un predicador con palabras de fuego.
- Según su propia expresión, él pretendía hacer surgir la devoción del Sagrado Corazón de la doctrina de San Pablo. Él predicaba la caridad divina, la misericordia, la confianza, pero también la inmolación hasta la locura del sacrificio total.
- María quedaba asociada al misterio del Corazón de su Hijo: Mi camino para llegar hasta el Santo de los santos, hasta el Corazón mismo de Jesús, hasta lo más íntimo de ese santuario de justicia y de amor, lo tengo perfectamente trazado: ¡ese camino obligado y directo es María!
- La eucaristía, eje de su vida y ministerio: Nosotros somos ante todo sacerdotes por nuestra Misa. Vivir nuestra Misa es vivir al mismo Cristo. La misa debe obrar dos grandes maravillas: "transformar" el pan en el cuerpo de Cristo y el vino en su sangre, y "transformar" también al sacerdote; es decir hacerlo santo. Comer a Cristo en la comunión de la Misa y dejarse a su vez devorar por Cristo.
- Dio una gran importancia a la contemplación, así en los últimos años de su vida escribía: La Providencia se ha encargado de saciar mi sed de una vida monacal de silencio y de oración... Bendito sea mil veces el Rey de Amor que ha colmado, a la hora undécima, los deseos que él mismo había encendido en mi alma... El Corazón de Jesús me obliga a completar lo que muchas veces ha faltado a mi apostolado activo... Regar con agua viva la semilla echada a los cuatro vientos del mundo... Acabo aquí, en consecuencia, lo que faltaba al trabajo de Marta... En ese surco abierto hace muchos años, trataré de derramar ahora, con la preciosa sangre del cáliz de mi misa, las últimas gotas de mi propia sangre... ¡Vayamos y muramos con Él! Y en otro momento escribe: Siempre he sentido un hambre nostálgico de la Trapa... Sin este lastre en el fondo de mi barca, es decir sin ese gran atractivo por el recogimiento, hubiera estado expuesto a hundirme.
- En su predicación manifestaba el celo que tenía por la causa de Jesús. Lo recogemos con dos testimonios:
- Estuvo al servicio de la Iglesia y contó con el apoyo de los Sucesores de Pedro. Con ocasión de sus bodas de oro sacerdotales, ya enfermo, le dirige una carta Pío XII: ...al desear consolarte en la presente enfermedad, queremos formular, al mismo tiempo, ardientes votos por que en breve recobres tus fuerzas y así puedas, de nuevo, entregarte con ardor a esa laudable empresa, haciendo que tome mayor incremento cada día.
- Y de su vivencia de la internacionalidad basta echar un vistazo a sus múltiples viajes por todo el planeta.