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sábado, 30 de noviembre de 2013

Soliloquios de Belén - El Buey


Desde que era adolescente...¡uf cuánto ha pasado!, he escuchado los Soliloquios de Belén  de Giovanni Papini que transmite la Radio El Conquistador. Es para mi algo que forma parte inseparable del Adviento, escuchar la voz del ya fallecido don Lawrence Young relatando los soliloquios.  Para mis lectores de otras latitudes les dejo este hermoso relato por si no lo conocían. Son varios y los iré subiendo cada semana.
Es curiosa esa sensación en el estómago, como de mariposas  internas que me hacen llenarme de recuerdo de advientos pasados, de navidades pasadas, recordando a tanta gente que se ha ido. Estas son épocas hermosas, pero al menos para mí, llenas de introspección de y de melancolía.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Esquemas de Sermones: Los sermones de adviento, de R.H.Benson

Nota explicativa: hace unos post atrás publiqué, de esta misma colección, un esquema de sermón sobre el infierno. Para este tiempo preparativo a la Navidad, que es el Adviento, publicaré estas traducciones que he realizado de los notas de los sermones de Benson. Tal como lo señalé aquella vez, la lectura de estos esquemas es extraña ya que son solamente apuntes o ayudas de memoria, pero con la suficiente claridad para dejarnos la idea de lo que monseñor Benson quería transmitir. Sigue su característico método para las prédicas: va lanzando ideas que le sirven de punteo o de pauta para lo que va a predicar. Tal como lo señala en padre Martindale en la dedicatoria de este librito: "Ciertamente no deberá olvidar que ellos contienen notas, nada más".
Creo que frente a los actuales acontecimientos de violencia que venimos experimentando a diario, y dado  Roma  y su Obispo no están aportando con absolutamente nada para nuestra vida espiritual y para nuestra salvación, las palabras de este querido monseñor vienen a remecernos para que no nos olvidemos que vamos a morir.



                                     Esquemas de  Sermones I
                         Los Sermones Anglicanos
                                    I. Adviento
                                   I. La Muerte

Lucas12, 20 “Mas, Dios le dijo: “Necio, esta misma noche te van a pedir el alma”.
      Introducción: 1. Esta es una de esas frases que no necesitan mayor explicación para mostrar su solemne tragedia (cf. Mejor le fuera a ese hombre…Mateo 26, 24) Él dijo, “Alma…” Pero Dios dijo, “necio”.
      Tendríamos que haber esperado semejante palabra dirigida a un blasfemo, o a un borracho, a un avaro; pero él no era ninguno de esos – ni siquiera un avaro. Pretendía gastar su dinero para estar más cómodo y confortable. Eso era todo, pero olvidó que tenía que morir. No miró más allá de este mundo. Pensó que su alma podía estar satisfecha –“Alma” – “Necio”.
2. El Adviento nos ofrece un mensaje sobre las Cuatro Últimas Cosas. Vamos ahora a pensar en la muerte. Tenemos que habérnoslas con las tres. Todos tendremos que habérnoslas con la Muerte y  con el Juicio, y luego con la elección que estamos haciendo ahora, entre el Cielo y el Infierno.

I.- ¿Qué es la Muerte?
(a) La absoluta, universal y total pérdida de los bienes terrenales. Todas las cosas que aprecio: mi casa, mi dinero, mis libros, muebles, pinturas – Me marcho con nada en absoluto.
(b) Mi cuerpo desaparece. El cuerpo que me tomó tantas molestias – para mantener la salud- la buena apariencia- el que vestía- en el que gastaba mi dinero. El cuerpo con el cual pequé con – la lengua-las manos-los pies- todo esto queda atrás. Y me marcho soportando  sobre mí la culpa de estos pecados- “no llevaré nada, excepto mi carácter”.
(c) Es el paso del alma a la eternidad. La campana de la muerte – otra alma llevando su carga, dejándolo todo. ¿Cuál es el estado de esa alma? ¿Distorsionada por la pasión? -¿muerta y fría?- ¿purificada? ¿Perdonada? - ¿en paz con Dios y consigo misma? Dice: “Límpiala, os lo ruego, con la Sangre del Cordero Inmaculado que fue inmolado para quitar los pecados del mundo”.
II.- 1. Es cierta.
(a) La Revelación me dice que debo morir- “Y así como fue a los hombres sentenciado a los hombres morir una sola vez” (Hebreos 9, 27) – La Biblia está llena de advertencias.
(b)La razón: lo que nace debe morir. La semilla corruptible no puede ser eterna.
(c)La experiencia: aquellos que hemos conocido. Hemos observado a hombres que alguna vez fueron fuertes, cayendo cuesta abajo- muertos. Ninguno de los aquí presente hemos vivido cien años. Ninguno estará  con vida de aquí a cien años.
(d) El instinto: siento la semilla de la muerte – siento mi corazón latir – mis pulmones respirar; si ambos se detuvieran, todo se acabaría. Yo sé dentro de mí, que no puedo continuar indefinidamente.
2. Todas las circunstancias son inciertas.
(a) ¿Cuándo? Esta noche – en una semana – en diez años. Yo no lo sé, Dios lo sabe. Llegará el día en que el sol saldrá por última vez para mí.
(b) ¿Dónde?  En la casa donde vivo, o en otra – o en la calle, o en un tren, Dios lo sabe. Existe en el mundo un lugar, un pedazo de tierra donde yo moriré.
(c) ¿Cómo? Con una larga agonía, con una corta, con una enfermedad indolora – consciente, inconsciente. Y ellos estarán mirando, ¡Pobre tipo! – en un accidente, un grito, un llanto, un choque- y estaré muerto – Dios lo sabe.
(d) ¿En qué estado?

Con pecado mortal: blasfemando con dolor – muerte con indiferencia – como un           animal – noventa y nueve de cada cien mueren en silencio.
O Con presunción: no he hecho nada incorrecto – no me avergüenza reunirme con Dios – si todos están salvados, yo lo estaré.
O como humilde penitente: “Señor – yo he pecado – he hecho aquellas cosas…he dejado de hacer – no hay salud en mí” “¡Ay Dios! Permite que muera como un penitente.”
III. Es cierto que moriremos – lo incierto es cuándo, dónde, cómo o en qué condiciones. No estoy tratando de predicar un sermón. Yo simplemente les estoy contando lo que ustedes conocen desde ya perfectamente bien, pero que es muy difícil hacerlo real para nosotros mismos. ¡Cuán diferente sería nuestra vida!
    (Los antiguos eremitas  que colocaban  cráneos frente a ellos eran llamados morbosos y tenebrosos – pero ellos eran más sabios que nosotros – nosotros siempre tratamos de olvidarla- misericordiosamente Dios no nos lo permite completamente. Así como también es un error pensar en ella demasiado)
    ¿Qué vamos a hacer ahora?
    No hablaré de los pecados graves – sus conciencias les hablarán a ustedes más fuertemente que cualquier sermón.  No es a un gran pecador al que Dios llama “necio”.
    Sin embargo, ¿dónde han asentado ustedes sus planes? Así como te sientas solo, o permaneces despierto durante la noche, acaso ¿has hecho planes solamente para este mundo? O ¿recuerdas la muerte? ¿Haces tu dinero o estás tratando de hacerlo? Pecador del norte de Inglaterra, ¿después de eso qué…? (1)
(1) Nota del padre Martindale: “Se refiere a la historia de un penitente de San Felipe Neri, a cuya exposición de cada etapa de su proyectada carrera, el santo interponía un ¿y después qué? La pregunta final de esta cuestión es dicha para tener la conversión del joven.





  

lunes, 25 de noviembre de 2013

Lo verdadaremante real

"Ama a tu Dios, ámale sólo a Él
y tu corazón nunca estará solo.
En Él, Grande y Único, están
toda la fuerza, la majestad, la dulzura.
Es inútil que el alma se esfuerce por unirse
a otro ser de nuestro mundo;
inútil que un corazón se quiera hermanar con otro
porque, allá en lo más íntimo, estamos siempre a solas.
Hay una barrera invisible
que impide unirse
a las almas gemelas.
Tú, en esta vida, ama a tu Dios
o vive solo para siempre."

Aubrey de Vere (1814 - 1902) discípulo de J.H. Newman en Oxford, converso en 1851.

No debiera dolernos la desilusión en este mundo porque es materia conocida que mientras caminemos en esta tierra nos encontraremos miles de veces heridos, pasados a llevar, golpeados como con una cachetada en frío por nuestros congéneres. No escribo esto por nada especial que me haya pasado últimamente, simplemente lo he hecho porque cuando nos ponemos más viejos y miramos hacia atrás y nos acordamos de personas que nos han desanimado, lo hacemos, al menos en mi caso, casi como un recuerdo anecdotario más. El tiempo se encarga de ir borrando los sentimientos de dolor, de rabia, de frustración, y terminamos perdonando. Y me sonrío al pensar lo amargada que he estado a causa de esto en el pasado. Con los años se nos pone el cuero duro.
        Y junto a lo anterior,  aprendemos a tratar a Dios más íntimamente, a confiarle nuestras preocupaciones, nuestras alegrías, nuestras esperanzas y nuestras necesidades como quien conversa con un amigo del alma. Es un ejercicio que se adquiere con la oración.
         Nos aproximamos al primer domingo de adviento. Sea este tiempo propicio para hacer penitencia por nuestras faltas, y para  que, en el silencio de nuestra intimidad, saber que al final de cuentas lo verdaderamente real en la vida es Dios y mi alma.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Robert Hugh Benson, el genio olvidado, por Joseph Pearce (versión en inglés)

 

Hugh Benson was lauded in his own day as one of the leading figures in English literature, yet today he is almost completely forgotten outside Catholic circles and is sadly neglected even among Catholics. Few stars of the literary firmament, either before or since, have shone quite so brightly in their own time before being eclipsed quite so inexplicably in posterity. Almost a century after his conversion, Benson has become the unsung genius of the Catholic Literary Revival.
It was not always so.
Benson was the youngest son of E. W. Benson, Archbishop of Canterbury, who, as head of the Anglican Church, was the upholder of the Protestant establishment in England. As such, his son's conversion to Roman Catholicism in 1903, and his subsequent ordination, caused a sensation. Not since Newman's conversion almost 60 years earlier had the reception of a convert into the Church caused such a commotion. Shudders of shock shook the Anglican establishment, whereas many Catholics rejoiced at the news of such a high-profile coup with unrestrained triumphalism.
There is no doubt that the new convert belonged to a remarkable family. Apart from his father's rise to ecclesiastical prominence as head of the Church of England, both of Benson's brothers became leading members of the Edwardian literati. A.C. Benson, his eldest brother, was master of Magdalene College, Cambridge, and built a reputation as a fine biographer, diarist, and literary critic, writing acclaimed studies of Rossetti, Fitzgerald, Pater, Tennyson, and Ruskin. The other brother, E.F. Benson, wrote prolifically and is best known to posterity for his satirical Mapp and Lucia novels which have been successfully adapted for television. Yet R.H. Benson was not to be outshone by his older siblings. Before his untimely death in 1914 at the age of 43, he would write 15 highly successful novels.
The first of Benson's novels, and the only one written while he was still an Anglican, was The Light Invisible, published in 1903 and written when he was in the midst of the convulsive throes of spiritual conversion. The book is awash with a veritable confusion of emotive mysticism - a confession of faith amidst the confusion of doubt. Once he had gained the clarity of Catholic perception, Benson looked upon his first novel with a degree of scepticism. In 1912, he commented that its subsequent popularity appeared to be determined by the religious denomination of those who read it. It was "rather significant" that it was popular among Anglicans whereas Catholics appreciated it to "a very much lesser degree": "most Catholics, and myself among them, think that Richard Raynal, Solitary is very much better written and very much more religious."
Richard Raynal, Solitary evokes with beguiling beauty the spiritual depth of English life prior to the rupture of the Reformation, as Benson seamlessly weaves the modern storyteller's art with the chivalrous charm of the Middle Ages. Resembling a modern equivalent of The Little Flowers of Saint Francis, this genial and ingenious mingling of the modern and the medieval produces a hero who combines courage and sanctity in equal measure.
Hilaire Belloc was so impressed by Benson's historical novels that he wrote enthusiastically of him to A.C. Benson in 1907 that it was "quite on the cards that he will be the man to write some day a book to give us some sort of idea what happened in England between 1520 and 1560." In fact, prompted by his anger and frustration at the Protestant bias of the Whig historians, Belloc would write several books of his own on this subject, including studies of key 16th and 17th century figures such as Wolsey, Cromwell, James I, Charles II, and Cranmer. Belloc's How the Reformation Happened, published in 1928, was an endeavour to put the whole period into context.
Benson, however, achieved in his fiction what Belloc was striving to achieve in his non-fiction. In Come Rack! Come Rope!, possibly the finest of Benson's historical novels, the whole period of the Reformation is brought to blood-curdling life. With a meticulous approach to period detail, Come Rack! Come Rope! leaps from the page with historical realism. The reader is transported to the time of persecution in England when priests were put to a slow and tortuous death. The terror and tension of the tale grips the reader as tightly as it grips the leading characters who courageously witness to their faith in a hostile and deadly environment. Few novels have so successfully brought the past so potently to life.
Perhaps the clearest evidence of Benson's genius is to be found in the ease with which he crossed literary genres. Aside from his historical romances, he was equally at home with novels with a contemporary setting, such as The Necromancers, a cautionary tale about the dangers of spiritualism, or with futuristic fantasies, such as Lord of the World. The latter novel is truly remarkable and deserves to stand beside Huxley's Brave New World and Orwell's Nineteen Eighty-Four as a classic of dystopian fiction. In fact, though Huxley's and Orwell's modern masterpieces may merit equal praise as works of literature, they are clearly inferior as works of prophecy. The political dictatorships that gave Orwell's novel-nightmare an ominous potency have had their day. Today, his cautionary fable serves merely as a timely reminder of what has been and what may be again if the warnings of history are not heeded. Benson's novel-nightmare, on the other hand, is coming true before our very eyes.
The world depicted in Lord of the World is one where creeping secularism and Godless humanism have triumphed over religion and traditional morality. It is a world where philosophical relativism has triumphed over objectivity; a world where, in the name of tolerance, religious doctrine is not tolerated. It is a world where euthanasia is practiced widely and religion hardly practiced at all. The lord of this nightmare world is a benign-looking politician intent on power in the name of "peace," and intent on the destruction of religion in the name of "truth." In such a world, only a small and shrinking Church stands resolutely against the demonic "Lord of the World."
If Benson's literary output encompassed multifarious fictional themes - historical, contemporary, and futuristic - he also strayed into other areas with consummate ease. His Poems, published posthumously, display a deep and dry spirituality, expressed formally in a firmly-rooted, if sometimes desiccate, faith. The same deep and dry spirituality was evident in Spiritual Letters to one of his Converts, also published posthumously, which offers a tantalizing insight into a profound intellect. A series of sermons, preached in Rome at Easter 1913 and later published as The Paradoxes of Catholicism, illustrates why Benson was so popular as a public preacher, attracting large audiences wherever he spoke. Particularly remarkable is Benson's masterly Confessions of a Convert which stands beside John Henry Newman's Apologia pro Vita Sua and Ronald Knox's A Spiritual Aeneid as a timeless classic in the literature of conversion.
In A Spiritual Aeneid, Knox confessed candidly that Benson's influence was crucial to his own conversion: "I always looked on him as the guide who had led me to Catholic truth - I did not know then that he used to pray for my conversion." The other great influence on Knox's conversion was G.K. Chesterton and it is perhaps no surprise that Benson was a great admirer of Chesterton. Benson's biographer, the Jesuit C.C. Martindale, who was himself a convert, wrote that Benson's Papers of a Pariah were "noticeable" for their "Chestertonian quality": "Mr. G.K. Chesterton is never tired of telling us that we do not see what we look at - the one undiscovered planet is our Earth . . . And Benson read much of Mr. Chesterton, and liked him in a qualified way."
Further evidence of Chesterton's influence on Benson is provided by Benson's admiration of Chesterton's Heretics. "Have you read," he enquired of a correspondent in 1905, "a book by G.K. Chesterton called "Heretics"? If not, do see what you think of it. It seems to me that the spirit underneath it is splendid. He is not a Catholic, but he has the spirit . . . I have not been so much moved for a long time . . . He is a real mystic of an odd kind." Chesterton was not a Catholic in 1905 but Heretics was the first evidence that, as Benson put it, he "had the spirit." Chesterton's "spirit," every bit as influential as Benson's during the early days of the Catholic Literary Revival, is the subject of the next article in this column. Chesterton, however, is enjoying a great revival of interest, whereas Benson is still sadly neglected. It is high time that Msgr. Robert Hugh Benson, the unsung genius of the Catholic Literary Revival, experiences a revival of his own.
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This article is reprinted with permission from Lay Witness magazine. Lay Witness is a publication of Catholic United for the Faith, Inc., an international lay apostolate founded in 1968 to support, defend, and advance the efforts of the teaching Church.

NOTA BENSONIANA: ESTE TEXTO SE ENCUENTRA TRADUCIDO EN EL PROEMIO DE LA EDICIÓN ESPAÑOLA DEL SEÑOR DEL MUNDO, DE LA EDITORIAL HOMO LEGENS. Para quien lo desee traducido puedo enviárselos a sus e-mails escaneado.
Beatrice

lunes, 18 de noviembre de 2013

A 142 años de su nacimiento

Hace 142 años, un día 18 de Noviembre de 1871, nacía en la casa paterna de Wellington College, Robert Hugh Benson. También por una feliz coincidencia dos días antes el 16 de Noviembre, pero de 1899, nacía nuestro querido padre Castellani. Recordemos pues a estos dos grandes hombres de Dios, sacerdotes y escritores católicos, rogando para que Dios los tenga en el Cielo.

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R.H. Benson a los 5 años, acompañado de su nanny Beth

sábado, 16 de noviembre de 2013

Cristo en la Iglesia: La Tentación por R.H. Benson

 
"Jesús Christ is tempted in the Church today by the same arguments as in the wilderness, and for the same reasons".
"Better the Rejection and the Cross a thousand times repeated; better the loss of every earthly aid and hope; better the loss of all things, than the destruction of one jot or tittle of the Law of God"
                                                                                                                                                R.H. Benson.

He terminado por fin la traducción de un capítulo de este hermoso libro de Monseñor Benson, titulado Cristo en la Iglesia. Digo por fin porque mis ojos andan mal por esto de las alergias primaverales y me he demorado más de lo que quería.  Es un libro de ensayos apologéticos que recorre la vida de Nuestro Señor y la pone en paralelo a la vida de la Iglesia. He elegido el capítulo referido a las Tentaciones de nuestro Señor ya que Benson explica admirablemente que son los mismas tres tentaciones que viene sufriendo la Iglesia desde sus inicios. Hoy más que nunca hay un ataque manifiesto del Demonio contra ella, pues ve que se le está acabando el tiempo. Tiemblo al pensar que la Iglesia ceda ante ellas, especialmente a la hora de sintonizar con el mundo para ganarse adeptos o simplemente para verse libre de la persecución. Veo con horror la seducción del maligno para que la Iglesia vaya relajándose moral y doctrinalmente para quedar bien con el mundo. Un ejemplo lo tenemos en la famosa encuesta. Quizás sea un volador más de luces como todo lo que el Obispo de Roma hizo cuando era Arzobispo en Buenos Aires. Algunos piensan que no va a ser tan osado al permitir la comunión  a los divorciados y vueltos a casar solamente por la ley civil. Cristo es sumamente claro al condenar el adulterio. Otros piensan que lo hace para justificar una posible apertura. Pero la Iglesia no es una democracia y lo que ya quedó sellado lo es para siempre. No quiero ni pensar en las consecuencias que una cosa así traería para la Iglesia. Bueno, al menos nos mostraría una vez por todas las caras. Nosotros nos abrazamos a la Tradición y a los Evangelios, tal como nos lo enseña el Commonitorio de San Vicente de Lérins.
Pero no diré más...Benson lo dice todo por mí.

p.s: A pedido de algunos lectores, he vuelto a recibir comentarios, pero esta vez con el moderador. Nada más les solicito que cuiden el lenguaje.
 
                                                              Cristo en la Iglesia
                                                Mgn. Robert Hugh Benson

                                   Parte II

                                       Vida y Ministerio

                                                III

                                       La Tentación 

          Existen, tal vez, una docena de problemas constantemente recurrentes a causa de los cuales la Iglesia es continuamente enfrentada – preguntas tales como el uso y el hecho de deseo de su riqueza; de su relación con la política y el gobierno civil; del derecho a su dominio sobre los individuos que no pertenecen formalmente a ella. Los problemas en cuestión casi siempre surgen por el hecho que ella dice ser a la vez espiritual y temporal; sobrenatural y natural; un Reino Celestial, aunque viviendo en el mismo suelo que los reinos terrestres. Divina y humana. A ambos lados suyos profesan cuerpos espirituales que han resuelto su maraña cortándola. Los Quietistas y los místicos no católicos a un lado, escapan de los problemas evitándolos, permaneciendo por completo al margen del mundo. Los Erastianos han evitado las dificultades al ser abiertamente humanos y civiles. Si la Iglesia fuera únicamente espiritual, o únicamente terrenal, su tarea sería relativamente fácil. Pero porque Ella es ambos al mismo tiempo, está continuamente en problemas.
 
         Rigurosamente hablando sus dificultades pueden resumirse bajo estos tres encabezados:

1.- El primero es más o menos especulativo. ¿Cómo es que – se alega – la Iglesia si es realmente la Amada de Dios, Él no protege lo Suyo con un simple y terrenal sentido? Un terremoto derriba una catedral católica, un convento, un burdel, un templo protestante, todo en una sola ruina. La revolución de los infieles barre con miles de Tabernáculos de una sola vez. Los estipendios de los sacerdotes que sirven para ellos, y los hijos de Dios se ven privados del pan de los hijos. Y Dios no hace ningún signo desde el Cielo para protegerla incluso en sus  abundantes necesidades materiales. Si el problema del dolor y del fracaso en general es insoluble, ¡cuánto más incomprensible es la permanente y recurrente miseria de Ella que pretende ser de Su propiedad!
 
          Fuera de esta dificultad especulativa – dificultad que seguramente ha sido la responsable en el pasado, de la enorme cantidad de desconfianza e incluso de la pérdida de la fe entre algunos ardientes católicos – surgen una serie de cuestiones prácticas. ¿Hasta qué punto puede valerse o recurrir a las fuerzas terrestres para su propia preservación y prosperidad? ¿Pueden o no pueden sus misioneros recurrir a las cañoneras para su protección, y a grandes batallones para sus guerras? Si ella fuese puramente espiritual, la respuesta a su vez sería: No – “Mi Reino no es de este mundo”. Si Ella fuese puramente terrenal y humana, la respuesta sería: Sí – “El que no tiene espada, venda su capa y compre una”. Pero ella es en parte espiritual y en parte terrenal, o en todo caso reclama serlo. No existe una respuesta corta a su alcance. De alguna u otra manera ella ha reconciliado la paradoja justamente pronunciada desde el principio por su Fundador. 

2.- El segundo problema es también en parte, especulativo, y concierne a la cuestión acerca de porqué Dios no interviene más frecuentemente con algún milagro en favor de su vida, puramente espiritual. Si es realmente cierto que la Religión Católica es Revelación Divina, ¡cuán fácil sería para Él probarlo con un signo indiscutible! Si Él realmente desea la conversión de todos los hombres a la Iglesia Católica, ¿por qué razón permite que sus milagros y los signos sean reproducidos por otros organismos, los cuales no poseen la suprema verdad? ¿Por qué Lourdes puede estar, aparentemente, en paralelo con los laboratorios psicológicos, y la moral de los católicos rivalizar con la moralidad de los budistas? ¿No debiera pues, el profeso Fundador de la Iglesia vindicarla en su superioridad y unicidad más convincentemente?

    Nuevamente a partir de esto, surgen los problemas prácticos. ¿En qué medida debiera, en todo caso, la Iglesia Católica confiar en los milagros como medio para convertir al mundo? ¿En qué medida debiera ella solicitar la investigación científica a sus fenómenos? ¿En qué medida debiera exigir de Dios pruebas visibles, sobrenaturales de su misión? Y ¿en qué medida debiera Él apoyarlas si ella lo hace?

     ¿Cómo puede ella conciliar dos expresiones de su Señor?: “Estas señales seguirán a los que creyesen” y “Tampoco se dejarán persuadir aunque resucite uno de entre los muertos” Si ella fuese puramente sobrenatural, o puramente civil, la respuesta sería fácil. Si ella fuese puramente civil y humana ella podría descartar los milagros por completo y depender meramente de aquellas cualidades y actividades que llevan a cabo otras sociedades humanas al éxito. Si ella fuese puramente sobrenatural, podría quedarse de brazos cruzados y dejar el resto a Dios. Difícilmente podría confiar mucho en su intervención milagrosa. Mas, su dificultad surge por el hecho de que ella demanda ser ambas cosas. 

3.-  Ella encuentra un tercer problema en un millar de diferentes variables, en casi todos los planos de su vida. Y éstos pueden ser expresados en una frase: ¿en qué momento un bien menor se convierte en un mal? ¿En qué momento un mal positivo pasó a convertirse en un bien menor?

        Vamos a  colocarlo en forma concreta:

a) Es reconocido por todos los moralistas que un “mal material” temporal, puede ocasionalmente estar permitido, ya que es bien sabido que cualquier intento de removerlo, resultará en un mal mayor. Si yo observo a un hombre obstinado, de buena fe, haciendo algo que no debiera, no siempre estoy obligado a informarle, incluso en el confesionario, si en particular sé que mi información no lo detendrá, y  este caso, mi información simplemente incrementará su culpa. 

b) Sin embargo, hay muchas excepciones a esta teoría que hacen parecer los problemas prácticos como algo casi insoluble. Por ejemplo, yo no puedo permitir a un padre cruel golpear a su hijo hasta matarlo, no obstante al padre le pueda parecer invenciblemente ignorante su crueldad. Y es perfectamente normal que no pueda, a forteriori, permitir un pecado grave deliberado, incluso para la obtención de un bien último mayor. No se puede dejar ir donde el Sumo Pontífice a Judas sin reprensión, a pesar de que su ida es un pago necesario para la redención del mundo.  

Ahora bien, la Iglesia Católica se enfrenta continuamente a problemas concretos de este tipo. “Mira – reclama el mundo – la enorme multitud de pecados y miserias causadas por la indisolubilidad del vínculo matrimonial. Observa a un hombre con una mujer incurablemente insana en un asilo de lunáticos. ¿No están los católicos simplemente colocando un premio al pecado, atrayendo directamente a un hombre de sangre caliente a contraer una unión ilícita de mala fe, a causa de esta noción idealista del matrimonio? ¿Por qué, una vez más, debiera la vida de una chica inocente arruinarse porque en un momento de debilidad, ella consintió en casarse con un tirano lujurioso? 

Otro ejemplo más: A los misioneros católicos en Japón se les presionó fuertemente para que se relajaran temporalmente del rigor del sexto mandamiento. Les dijeron – con perfecta razón – que si ellos lo hacían, sus conversos llegarían a miles. ¿Acaso por la conversión completa de Japón no valen la pena unos actos pecaminosos cometidos por ignorancia comparativa? 

Y una vez más: ¡Qué amargamente fue culpado el Papa por permitir la ruina y el hundimiento que cayó sobre la Iglesia de Francia! ¡Simplemente por el mero hecho de la jurisdicción papal! Seguramente – se dijo – la tesis debe ser suspendida por unos pocos años hasta que pase la crisis, y entonces la paz se hará con honor y prosperidad para ambas partes.

Incluso algunas veces los teólogos pueden diferir respecto a grandes problemas, como se muestra en las opiniones divididas  que se alzaron en un tiempo respecto a  que si a los prosélitos chinos les estaba permitido el culto a los antepasados hasta que aprendieran a comprender, por este medio, la doctrina de la comunión de los santos. 

Ahora bien, este tipo de problemas, como los otros dos, surgen a causa de la doble naturaleza de la Iglesia; y porque ella reclama ser ambas, divina y humana, es que ella tiene que arbitrar frecuentemente entre el aparente conflicto entre los Derechos de Dios, y los derechos y necesidades humanas. De un modo u otro, porque ella reside en ambos lados, ella tiene que reconciliarlos.

 Solamente parece posible aquí indicar los problemas y las causas de los mismos. La  respuesta a ellos daría para escribir un libro de teología moral. Las soluciones a cada uno de ellos dependen de innumerables  circunstancias y peculiares consideraciones. Sin embargo, es importante dar cuenta que estos tres encabezamientos principales que yo he descrito, corresponden precisamente a aquellas tres dificultades descritas en las Tentaciones de Cristo en el desierto, y surgen precisamente en paralelo, e incluso en idénticas razones. Solamente bajo la hipótesis de que Cristo era ambos, Dios y hombre que podía ser tentado. Es únicamente porque la Iglesia reclama ser divina y humana que ella es tentada como Él. En una palabra, tenemos aquí una ilustración más sobre el tema de estos ensayos – esto es: que Jesucristo es tentado en la Iglesia de hoy con los mismos argumentos que lo fue en el desierto, y por las mismas razones. 

1.- “Si tú eres el Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en pan”. “Si tú has venido al mundo a redimirlo, es obvio que no debes morir en el comienzo de tu misión. Usa, entonces, tus fuerzas para preservar tu vida humana…vida humana la cual debe ser medio de Redención. Si tú no la usas, morirás, y habrás mostrado que no eras el Hijo de Dios”.

Entonces, el Tentador urge a la Iglesia y le sugiere que si ella no cumple, o si Dios no interfiere, ella no es lo que reclama ser.

“Si eres realmente divina, no debes permitir que tu lado humano sea derrotado por la violencia de los hombres y las circunstancias terrenas. Usa todo el poder del que dispongas, porque aunque puedas ser divina, no puedes ser efectiva en el mundo excepto a través de tu eficacia humana. Ordena que esas piedras se conviertan en pan. Usa cañoneras como armas espirituales, siempre que sea posible”. Continúa entonces la sutil insinuación en presencia de la catástrofe: “Seguramente no puedes ser divina, o Dios no te trataría así. Si realmente fueras divina, las piedras podrían volverse pan casi por sí mismas. A fin de cuentas, ellas podrían clamar en tu defensa. Pero los cielos son como sonidos huecos sobre ti. No hay ninguna voz ni ninguna respuesta”...Y nuevamente continua el  hábil exasperante argumento. “Estate contento, entonces, por ser humano, y por tomar tu lugar con las otras sociedades humanas. Baja de la cruz y creeremos”. Y ¿cuál es la respuesta? Es una confirmación de la divinidad, y simultáneamente  un rechazo a utilizarlas. “El hombre no vive solo de pan” “Es verdad que vivo por el pan – porque soy humana; pero soy más que humana, y yo no dependo de él. Es verdad que soy una sociedad terrena, dependiente de las condiciones terrenales para mi efectividad, pero también soy divina, y en consecuencia no dependo de ellas para mi sobrevivencia”. 

2.- “Si tú eres el Hijo de Dios, lánzate tú mismo desde el pináculo del templo”. “Si tú has venido a convertir a los hombres para que crean en tu divinidad, conviértelos. Muéstrales una señal del cielo, un milagro inconfundible y único, y ellos creerán.” “Si tú eres verdaderamente una Sociedad Divina, arrójale la responsabilidad de Dios. Espera su intervención confiadamente. Hace un simple acto de fe, y seguramente Él responderá con fuego del cielo… ¡Ah! ¡Temes a que no lo haga!. De hecho, sabes que no lo hará.  Después de todo entonces, no estás realmente confiando en tu propia divinidad. ¡Ah! ¡Tómale la palabra! ¡Seguramente sus ángeles te escucharán arriba! O ¿acaso Él no lo dijo?" Y la respuesta es una aserción de verdadera humanidad: “No tentarás al Señor tu Dios. Estoy aquí para trabajar al modo humano, no para hacer explotar fuegos artificiales desde el Cielo. Para ganar a los hombres por medio de sus corazones y de sus entendimientos, de su voluntad, no para eliminar su humanidad por una aplastante exhibición de poder. Les di el libre albedrío; no lo quitaré a menos que me lo den libremente. Ningún signo le será dado a esta generación, sino que el signo del profeta Jonás – un divino levantamiento desde abajo, no un torbellino que descienda desde arriba". Es Lucifer el que cae como fuego desde el cielo. Es Dios quien ha nacido como un niñito desde abajo, para persuadir, no para aturdir en la sumisión.  

3.-“Yo te daré todo esto si Tú te postras y me adoras”. “He aquí delante de ti tu obra – a cambio, estos reinos del mundo por el Reino del Señor y su Cristo. También aquí es un lugar tranquilo donde, si existe algo malo en lo que pido, lo será de manera transitoria y desconocida. Entonces, ejecuta esta pequeña acción material de adoración, y cumple de un solo golpe lo que debe ocupar centurias y lo que supone un enorme, pesado e innecesario derramamiento de sangre y lágrimas”.

Esto mismo también para la Iglesia Católica.

“Esta es la conversión del mundo que ha de llevarse a cabo aquí. Arroja estos granos de incienso en el altar de Diana. Una acción meramente material sin una intención real y ganarás tolerancia y un lugar en el Imperio Romano. Mantén en silencio por unos años, aquellos aspectos  más rigurosos de tu regla, y te ganarás  a Japón. Suprime unos pocos principios concernientes a la constitución de tu jerarquía y podrás conservar las catedrales francesas y tus riquezas. Nadie lo sabrá, serán solamente arreglos temporales. En unos pocos años, cuando todo esté tranquilo podrás resarcirte todo lo que tú quieras. La crisis pasará.” Y la respuesta: “Aléjate de mí, Satanás…adorarás al Señor tu Dios, y sólo a Él servirás” “Cualquiera sea el caso, una vez que lo contemplo claramente, si el bien actual y el mal están implicados, no habrá ninguna consideración en esta tierra que me haga desviarme. Mil veces mejor es el rechazo y la cruz, mejor la pérdida de toda ayuda y esperanza terrenal, mejor la pérdida  de todas las cosas que la destrucción de una jota o de una tilde de la ley de Dios. Son los reinos del mundo los que han de elevarse hacia el Reino de Dios, y no el Reino de Dios degradado al nivel de los reinos de este mundo. Si yo sacrifico el perfecto plan divino por un detalle, yo no salvaré al mundo y me perderé a mí mismo” 

Finalmente, nótese que estas tres grandes tentaciones son tentaciones de fuerza, no de debilidad. Es la fuerza de Cristo a la que se apeló “Que se salve a sí mismo. Sálvate a ti mismo. Usad vuestro poder”. Es a la fuerza de la Iglesia a la que se apeló. “Usa los enormes poderes de los que dispones, naturales y sobrenaturales. Eres tan fuerte que puedes ser débil por un instante”. La respuesta a ambas por igual, es la respuesta de San Pablo: “Cuando soy débil, entonces soy  fuerte”  “Decaigo en el desierto con frecuencia, pero no muero. Me ha sido dado todo el poder sobre el cielo y la tierra, sin embargo yo elegí trabajar con métodos humanos y hasta vivir entre la humanidad. Estoy dispuesto a someterme a la suprema vergüenza y al fracaso de la muerte y al rechazo. Conquisto a través de los mismos elementos que me conquistan.”

La respuesta está justificada. Frente a cada hipótesis terrena, la Iglesia debiera haber muerto hace mucho tiempo en el desierto. Sin embargo, ella no lo ha hecho, ya que ella no vive sólo de pan. Por cada refutación que reclama por la supremacía espiritual de la Iglesia, debiera desde hace mucho haber renunciado, sin embargo día tras días concurren nuevos adeptos. Hace mucho tiempo que ella debió haber perecido a causa de negativa a aceptar un acuerdo con el mundo. Ella perdió Inglaterra hace 300 años, Roma hace 40, y ayer a Francia, por su incorregible obstinación y con su tonta fidelidad a las Leyes de Dios. Sin embargo, Christus vivit, Christus regnat, Christus imperat. Los ángeles la han administrado desconocida e imperceptiblemente; aunque hasta ahora no la han llevado en brazos, ya que ella no se haya hecho añicos sus pies con cada piedra. Los ángeles la han servido porque ella ha rechazado servir a Lucifer. Benditos son entonces, los mansos, porque ellos heredarán la tierra.

 

lunes, 11 de noviembre de 2013

Cardenal Domenico Bartolucci r.i.p

   
Me he enterado del fallecimiento del cardenal Bartolucci. Músico, director y compositor, nombrado maestro director perpetuo de la Capilla Pontificia por el papa Pío XII. No creo  equivocarme al decir que fue rehabilitado al ser  nombrado cardenal por Benedicto XVI. Para quienes amamos aquella música que eleva el alma a Dios y que  le glorifica desde nuestras humildes voces,  es una gran pérdida. Oremos para que Dios le conceda el descanso eterno, junto a los coros angelicales.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Santa Misa Tradicional, 5to. Domingo Post Epifanía

Hermanos: Como escogidos que sois de Dios, santos y amados, revestíos de entrañas de misericordia, de benignidad, humildad, modestia, paciencia; sufriéndoos unos a otros, y perdonándoos mutuamente, si alguno tiene queja contra otro; así como el Señor os ha perdonado, así también hacedlo vosotros. Mas sobre todo esto tened caridad, que es el vínculo de la perfección. Y triunfe en vuestros corazones la paz de Cristo, a la que también fuisteis llamados para formar un solo cuerpo; y sed agradecidos. La palabra de Cristo more en vosotros abundantemente con toda sabiduría, enseñándoos y amonestándoos unos a otros, con salmos, himnos y cánticos espirituales, cantando de corazón con gracia o edificación las alabanzas a Dios. Cualquier cosa que hagáis, sea de palabra o de obra, hacedlo todo en nombre de nuestro Señor Jesucristo, dando gracias a Dios Padre por medio de Jesucristo Señor nuestro.
                                                                        Lectio Epistolae B. Pali Ap. ad Colossenses 3, 12-17.
 



 
Fotos de la Misa del Domingo 10 de Noviembre 2013. Parroquia Nuestra Señora de los Dolores, Viña del Mar, Chile. La fecha que aparece en la fotos está mal. Error mío al no fijarme y corregir la fecha de la cámara.
 
 

viernes, 8 de noviembre de 2013

Juan Manuel de Prada y el Señor del Mundo



Leo en estos días, editada con esmero y primor por la Biblioteca Homo Legens, una novela de Robert Hugh Benson que merecería figurar entre las más clarividentes utopías siniestras que jamás se hayan escrito, al lado de 1984 o Un mundo feliz. Sólo que, mientras las obras maestras de Huxley u Orwell nos hablan de pesadillas ya cumplidas –siquiera parcialmente–, la obra de Benson se está haciendo realidad ante nuestros ojos; de ahí que su valor profético sea todavía mayor. La novela de la que hablo se titula Señor del mundo, y retrata una época donde han triunfado el relativismo filosófico, el secularismo a ultranza y el humanitarismo sin Dios; un mundo en el que, en el nombre de la tolerancia, los creyentes son contemplados primero con recelo, luego con franca animadversión, ya por último perseguidos como facinerosos; un mundo, en fin, donde el progreso científico y la adoración del hombre han instaurado un simulacro de paraíso en la tierra, donde la eutanasia es administrada a los enfermos como una medicina benigna y la idolatría política encumbra a un gobernante que promete a los pueblos una era de bienestar infinito.

Señor del mundo es una novela sobre los Últimos Tiempos, como quizá ya haya adivinado el lector. Y en los Últimos Tiempos desempeña un papel primordial, según leemos en las Escrituras, la figura del Anticristo, que en el imaginario colectivo suele pintarse con rasgos demoniacos grotescos, como una especie de Nerón redivivo al que adornasen toda suerte de vicios; en lo que se contraviene a los profetas, que siempre anunciaron que el Anticristo aparecería ante los ojos obnubilados de los hombres como una suerte de mesías o salvador de la Humanidad. En Señor del mundo, Benson desestima las pinturas tremebundas y disparatadas que cierta tradición popular nos ha legado sobre el Anticristo y lo personifica en Felsenburgh, un político extraordinariamente seductor, de apariencia mansa y dialogante, que con discursos llenos de una retórica emotiva, salpimentados de constantes menciones a un reinado de paz en la tierra, logra enardecer a las multitudes, que acaban tributándole el culto reservado a los dioses.

Felsenburgh promete al mundo la paz; y desde luego se la da, aunque sea una paz falsa sostenida sobre un orden inicuo. También le promete la solución de los problemas económicos que lo afligen; y desde luego se la da, mediante una simbiosis de capitalismo y socialismo, hasta lograr detener la carestía e instaurar una nueva era de euforia y abundancia, aunque sean la euforia y la abundancia del hormiguero, donde los hombres, bien alimentados y asistidos en sus necesidades, se convierten en infrahombres satisfechos. Felsenburgh postula una nueva religión, una suerte de cristianismo falsificado caracterizado por la mística de la deificación del Hombre y del Progreso, que pronto tendrá sus seudoprofetas y seudoapóstoles, dispuestos a propagarla hasta los confines de la tierra. Naturalmente, la entronización de esta parodia de religión discurre paralela a la persecución de los cristianos, que en la novela de Benson son ya muy pocos y aparecen a los ojos de las masas embaucadas y cretinizadas como un puñado de delincuentes; una persecución que Felsenburgh no hace al estilo de aquellas sangrientas orgías de los Césares de antaño, sino de forma mucho más aséptica y taimada, envolviéndola de hipocresías cívicas (hoy diríamos «laicistas», para entendernos) que no hacen sino aumentar su prestigio a los ojos de la «opinión pública». En la novela de Benson, la Iglesia es vista como una sociedad totalitaria, artera e inhumana, que aspira al poder mundial y que por lo tanto conviene destruir.

Felsenburgh, en fin, es soberbio, mentiroso y cruel, aunque se finge virtuoso. Instaura un reinado de alegría postiza y exterior que esconde la más aciaga angustia. Es un hipócrita; pero no al estilo burdo del Tartufo de Molière, sino al estilo de los fariseos, que por todo el mundo eran tenidos por santos. También es un orgulloso hinchado de vanidad; pero disfraza esta lacra con los vistosos ropajes de las virtudes estoicas. Felsenburgh promete a sus súbditos una libertad de placeres y diversiones; pero frente a la desesperación no tiene otro consuelo que brindarles sino la eutanasia subvencionada.
Por supuesto, cualquier parecido entre Felsenburgh y los gobernantes contemporáneos es pura coincidencia.
 

Juan Manuel De Prada
 
(Tomado de Stat Veritas)

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Santa Misa Tradicional en Viña del Mar

         Tenemos la alegría de comunicar que este domingo 10 de Noviembre con motivo del inicio del Mes de María, tendremos Misa Tradicional en la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores de Viña del Mar, conocida como Parroquia de Viña, a las 17:00 hrs. La rezará el padre Hernán Ducci Mora, f.s.j.c. (Fraternidad Sacerdotal San José Custodio).  Damos gracias a Dios por poder contar en esta diócesis con tres misas tradicionales cada domingo.

Parroquia de Viña del Mar, Chile
                                  

lunes, 4 de noviembre de 2013

El ensañamiento del Demonio

       
           Nuestro Enemigo siempre ha buscado realizar en los hombres la mayor cantidad de daño posible. Quiere que se condenen la mayor cantidad de personas, y para hacerlo va mutando de estrategias conforme le van resultando o no. El muy astuto se sirve precisamente de los hombres para hacer que el mal se vuelva  contra ellos. Conforme a este siniestro y maléfico plan, ha creado una estrategia que está haciendo estragos en aquel lugar que sabe que es la base del orden y del amor, como es la familia, y dentro de ésta se ha ensañado con mayor fuerza contra la mujer y contra los niños, porque sabe que la familia en gran parte - si no en su mayor parte - pende de la madre.
          Tal vez piensen ustedes que exagero con lo que voy a decir y que no es tan así de trágica la cosa. Sin embargo últimamente he venido escuchando muchas historias de gente conocida, que me ha dejado helada y creo no equivocarme al decir que está la grande con las mujeres y con los niños. Me voy a referir especialmente a mis congéneres porque a decir verdad, me llega a dar vergüenza como están actuando. A las "chicas" ( que ya no son tan chicas) de mi edad se les ha metido en la cabeza que se viene al mundo a pasarlo bien, a disfrutar, a gozar y a realizarse como persona en todo, (menos en lo que se debe claro está) y nada ni nadie se puede interponer en eso. Se les ha metido literalmente el demonio en la cabeza y les susurra al oído - tal como a Gollum - una serie de murmullos: "¿cómo vas a estar todo el día en la casa con los cabros chicos, esclava de los quehaceres domésticos? Mira a la Fulanita:  va al gimnasio, baila zumba, se ve regia. Va a la peluquería todas las semanas, se junta con las amigas para ir al happy hour y más encima tiene novio nuevo, más joven que ella, porque el marido la aburrió y como está tan estupenda, encontró un remplazo enseguida. Tú no estudiaste una carrera en la universidad, ni te quemaste las pestañas para estar trabajando en la casa como una esclava de tu marido y de tus hijos malagradecidos. Zutanita acaba de terminar un post-grado donde conoció a gente súper guay y tiene un tremendo puesto en una empresa. Tiene como tres nanas (empleadas domésticas) que le ven los niños y se va de vacaciones ella sola con su marido y deja a los niños con los abuelos." Se les mete el bicho y les comienza a carcomer el alma murmurándoles frustraciones falsas y deciden, de un día para otro liberalizarse, dejan al marido y se van de la casa abandonando a los hijos, para "pasarlo bien" y rehacer sus vidas,  antes que les llegue la menopausia y la lívido les baje. En tiempos de antaño eran los hombres los que se iban o engañaban a sus mujeres. O al menos, la proporción era mayor entre hombres que entre las mujeres. Hoy la mujer liberalizada de prejuicios opta por irse. No estoy diciendo que sea la mayoría de las mujeres. Todavía queda gente comprometida con la familia y que intenta en medio de esta competitiva sociedad, llevar una vida cristiana., pero esto va en aumento, en un vertiginoso aumento. Las locas están más hormonales, como se dice, sueltas y diría, que casi trastornadas, desenfrenadas, nada ni nadie las para: girls just want to have fun. Su fin es aprovechar todo el tiempo que les queda para gozar...no sé como expresarlo sin caer en la vulgaridad, pero creo que se entiende bien lo que quiero decir.  Son víctimas de un continuo bombardeo de imágenes, de frases que quieren sacarlas de las casas y de la crianza de los niños ( si es que los tienen, porque tampoco, ¿ no? ¿Hijos? ¡qué fastidio!). Es un plan maestro: saco a la mujer de su casa y con esto arrastro a los hijos que quedan desamparados, no solamente desde el punto de vista físico, sino que enfrentan estas pobres criaturas, un desamparo moral, pues no hay quien los forme, quien los corrija,  ni quien los guíe y quedan a su suerte. Al no recibir el amor que necesitan en esta etapa formativa quedan a merced de cualquiera, y los niños se transforman en auténticos paganitos que seguirán el ejemplo de sus ausentes padres: egoístas, individualistas que no conocen la renuncia ni el sacrificio.
          Admito que las cosas están complicadas y que muchas mujeres han tenido que salir de sus casas porque el dinero no alcanza. Pero también creo que muchas lo hacen para no depender económicamente del marido y poder hacer lo que quieran con sus vidas, a pesar de estar casadas y de tener por ello, una serie de responsabilidades que son anteriores a cualquier desarrollo profesional o a los gustitos propios. Nadie ha dicho que este trabajo de la casa sea divertido, ni fácil: es monótono, ingrato, cansador, aburrido, no remunerado y un largo etc, pero como dice el dicho: bien vale la pena. Ver a los hijos desarrollarse sanamente, sin trancas, sin vicios, aplicados para los estudios, sabedores de lo que es al amor familiar es la recompensa. A futuro si Dios lo quiere, serán hombres de bien a los cuales se les han entregado todas las armas para luchar en la vida a todo nivel. Una mamá en la casa es fundamental, y lo digo con la autoridad que me da dedicarme a esto todos los días, y comprobar cómo este tremendo esfuerzo bien vale todas las renuncias. No experimento cargos de conciencia por dejar a mis hijos en manos de otros. Muchas mujeres sufren internamente la culpa de esto mismo porque en el fondo su instinto maternal les llama aunque no quieran.
         Mas, he hablado solamente de las mujeres casadas, o con familia propia. Algunas jóvenes mujeres que miro en las calles, en el colegio, o en la t.v, me dejan anonadadas por lo lejos que han llegado y por lo brutas que son. Brutas porque se han dejado llevar por la parte más baja que tiene el hombre, que es su animalidad, de modo que su razón está aplastada por sus instintos hedónicos. Si el Enemigo ha hecho estragos en las mujeres casadas, o al menos con "pareja" e hijos, con estas pobres ya se ha banqueteado. Insisto en que no todas están en este plano, pero sí existe un gran número de mujeres jóvenes que viven en el aquí y en el ahora para saciarse en placeres mundanos y para exigir sus "derechos reproductivos", sus "opciones sexuales", etc, etc.  Reniegan de su maternidad y pretender tener el derecho de asesinar a quien llevan en sus entrañas. 
Basta mirar un video de estas féminas cuando protestan y uno se da cuenta inmediatamente que algo anda muy mal en su interior. Se han incluso, afeado, se han vuelto masculinas y poco femeninas, vulgares, con lenguaje obsceno y tremendamente provocativas, parecen verdaderas fieras...hasta dan miedo. La maldad que llevan anidada en su corazón, se les ha ido al rostro y se han puesto feas, aunque la dureza de su conciencia las haga sentirse y verse regias y guapas. ¡Cómo brilla y luce el rostro de Nuestra Señora frente a la fealdad de éstas féminas que reniegan de lo que son! Yo me pregunto qué es lo que esperan de la vida a futuro. Tarde o temprano la hilaridad y el desborde pasan la cuenta y terminan por agotarse. ¿Cómo se ven de viejas? Es una lástima verlas así y como dice el título del post, el Demonio se ha ensañado con nosotras las mujeres. La sencillez en el vestir, la finesa en el lenguaje y en los modales parecen quedar en el pasado para las nuevas generaciones. El respeto por una misma...ni qué hablar. Se las observa movidas únicamente por la diversión y por hacer con sus vidas lo que se les antoje, total para ellas la vida empieza y termina en este mundo: comamos y bebamos que mañana moriremos. ¿Se puede construir algo así? Lo dudo.  El Demonio sabe que haciendo que la mujer se pierda, con ella arrastra al hombre y a la sociedad entera. Y todo este caos me hace recordar una y otra vez la famosa segunda epístola a Timoteo, con la cual terminaré mi reflexión. Esta Epístola parece una perfecta radiografía de nuestra sociedad.
        No debo quedarme solamente en los lamentos y en la descripción de lo que veo y experimento. Simplemente me limito a constatar un fenómeno que va en aumento. Y voy a ser majadera una vez más con lo del ejemplo: en la medida que uno es consecuente con lo que cree y vive de acuerdo a eso, puede ser luz para mucha gente que anda extraviada, que ha perdido la fe. Uno debe ser luz en medio de las tinieblas, aunque le sirva a una sola persona. Si bien es cierto que esta cosa demoniaca se va a poner peor, estamos obligados a seguir formando a nuestros hijos en el bien, en el amor y en la verdad...aunque el mundo se caiga a pedazos, nosotros hemos de permanecer de pie, con la bandera del Rey en lo alto. El que siembra entre lágrimas, cosechará entre canciones. Así veo yo la vida. Cuando mire para atrás veré que el esfuerzo, el cansancio, las renuncias, la entrega han valido la pena.

            "Has de saber que en los últimos días sobrevendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos y del dinero, jactanciosos, soberbios, maldicientes, desobedientes a sus padres, ingratos, impíos, inhumanos, desleales, calumniadores, incontinentes, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traidores, temerarios, hinchados, amadores de los placeres más que de Dios. Tendrán ciertamente apariencia de piedad, mas negando lo que es su fuerza. A ésos apártalos de ti. Porque de ellos son los que se infiltran en las casas y se ganan mujerzuelas cargadas de pecado, juguetes de las más diversas pasiones, que siempre están aprendiendo y nunca serán capaces de llegar al conocimiento de la verdad.
         Así como Jannes y Jambres resistieron a Moisés, de igual modo resisten éstos a la verdad; hombres de entendimiento corrompido, réprobos en la fe. Pero no adelantarán nada, porque su insensatez se hará notoria a todos como se hizo la de aquellos"                                                                                                                                Segunda Carta a Timoteo, 3, 1-9