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lunes, 4 de noviembre de 2013

El ensañamiento del Demonio

       
           Nuestro Enemigo siempre ha buscado realizar en los hombres la mayor cantidad de daño posible. Quiere que se condenen la mayor cantidad de personas, y para hacerlo va mutando de estrategias conforme le van resultando o no. El muy astuto se sirve precisamente de los hombres para hacer que el mal se vuelva  contra ellos. Conforme a este siniestro y maléfico plan, ha creado una estrategia que está haciendo estragos en aquel lugar que sabe que es la base del orden y del amor, como es la familia, y dentro de ésta se ha ensañado con mayor fuerza contra la mujer y contra los niños, porque sabe que la familia en gran parte - si no en su mayor parte - pende de la madre.
          Tal vez piensen ustedes que exagero con lo que voy a decir y que no es tan así de trágica la cosa. Sin embargo últimamente he venido escuchando muchas historias de gente conocida, que me ha dejado helada y creo no equivocarme al decir que está la grande con las mujeres y con los niños. Me voy a referir especialmente a mis congéneres porque a decir verdad, me llega a dar vergüenza como están actuando. A las "chicas" ( que ya no son tan chicas) de mi edad se les ha metido en la cabeza que se viene al mundo a pasarlo bien, a disfrutar, a gozar y a realizarse como persona en todo, (menos en lo que se debe claro está) y nada ni nadie se puede interponer en eso. Se les ha metido literalmente el demonio en la cabeza y les susurra al oído - tal como a Gollum - una serie de murmullos: "¿cómo vas a estar todo el día en la casa con los cabros chicos, esclava de los quehaceres domésticos? Mira a la Fulanita:  va al gimnasio, baila zumba, se ve regia. Va a la peluquería todas las semanas, se junta con las amigas para ir al happy hour y más encima tiene novio nuevo, más joven que ella, porque el marido la aburrió y como está tan estupenda, encontró un remplazo enseguida. Tú no estudiaste una carrera en la universidad, ni te quemaste las pestañas para estar trabajando en la casa como una esclava de tu marido y de tus hijos malagradecidos. Zutanita acaba de terminar un post-grado donde conoció a gente súper guay y tiene un tremendo puesto en una empresa. Tiene como tres nanas (empleadas domésticas) que le ven los niños y se va de vacaciones ella sola con su marido y deja a los niños con los abuelos." Se les mete el bicho y les comienza a carcomer el alma murmurándoles frustraciones falsas y deciden, de un día para otro liberalizarse, dejan al marido y se van de la casa abandonando a los hijos, para "pasarlo bien" y rehacer sus vidas,  antes que les llegue la menopausia y la lívido les baje. En tiempos de antaño eran los hombres los que se iban o engañaban a sus mujeres. O al menos, la proporción era mayor entre hombres que entre las mujeres. Hoy la mujer liberalizada de prejuicios opta por irse. No estoy diciendo que sea la mayoría de las mujeres. Todavía queda gente comprometida con la familia y que intenta en medio de esta competitiva sociedad, llevar una vida cristiana., pero esto va en aumento, en un vertiginoso aumento. Las locas están más hormonales, como se dice, sueltas y diría, que casi trastornadas, desenfrenadas, nada ni nadie las para: girls just want to have fun. Su fin es aprovechar todo el tiempo que les queda para gozar...no sé como expresarlo sin caer en la vulgaridad, pero creo que se entiende bien lo que quiero decir.  Son víctimas de un continuo bombardeo de imágenes, de frases que quieren sacarlas de las casas y de la crianza de los niños ( si es que los tienen, porque tampoco, ¿ no? ¿Hijos? ¡qué fastidio!). Es un plan maestro: saco a la mujer de su casa y con esto arrastro a los hijos que quedan desamparados, no solamente desde el punto de vista físico, sino que enfrentan estas pobres criaturas, un desamparo moral, pues no hay quien los forme, quien los corrija,  ni quien los guíe y quedan a su suerte. Al no recibir el amor que necesitan en esta etapa formativa quedan a merced de cualquiera, y los niños se transforman en auténticos paganitos que seguirán el ejemplo de sus ausentes padres: egoístas, individualistas que no conocen la renuncia ni el sacrificio.
          Admito que las cosas están complicadas y que muchas mujeres han tenido que salir de sus casas porque el dinero no alcanza. Pero también creo que muchas lo hacen para no depender económicamente del marido y poder hacer lo que quieran con sus vidas, a pesar de estar casadas y de tener por ello, una serie de responsabilidades que son anteriores a cualquier desarrollo profesional o a los gustitos propios. Nadie ha dicho que este trabajo de la casa sea divertido, ni fácil: es monótono, ingrato, cansador, aburrido, no remunerado y un largo etc, pero como dice el dicho: bien vale la pena. Ver a los hijos desarrollarse sanamente, sin trancas, sin vicios, aplicados para los estudios, sabedores de lo que es al amor familiar es la recompensa. A futuro si Dios lo quiere, serán hombres de bien a los cuales se les han entregado todas las armas para luchar en la vida a todo nivel. Una mamá en la casa es fundamental, y lo digo con la autoridad que me da dedicarme a esto todos los días, y comprobar cómo este tremendo esfuerzo bien vale todas las renuncias. No experimento cargos de conciencia por dejar a mis hijos en manos de otros. Muchas mujeres sufren internamente la culpa de esto mismo porque en el fondo su instinto maternal les llama aunque no quieran.
         Mas, he hablado solamente de las mujeres casadas, o con familia propia. Algunas jóvenes mujeres que miro en las calles, en el colegio, o en la t.v, me dejan anonadadas por lo lejos que han llegado y por lo brutas que son. Brutas porque se han dejado llevar por la parte más baja que tiene el hombre, que es su animalidad, de modo que su razón está aplastada por sus instintos hedónicos. Si el Enemigo ha hecho estragos en las mujeres casadas, o al menos con "pareja" e hijos, con estas pobres ya se ha banqueteado. Insisto en que no todas están en este plano, pero sí existe un gran número de mujeres jóvenes que viven en el aquí y en el ahora para saciarse en placeres mundanos y para exigir sus "derechos reproductivos", sus "opciones sexuales", etc, etc.  Reniegan de su maternidad y pretender tener el derecho de asesinar a quien llevan en sus entrañas. 
Basta mirar un video de estas féminas cuando protestan y uno se da cuenta inmediatamente que algo anda muy mal en su interior. Se han incluso, afeado, se han vuelto masculinas y poco femeninas, vulgares, con lenguaje obsceno y tremendamente provocativas, parecen verdaderas fieras...hasta dan miedo. La maldad que llevan anidada en su corazón, se les ha ido al rostro y se han puesto feas, aunque la dureza de su conciencia las haga sentirse y verse regias y guapas. ¡Cómo brilla y luce el rostro de Nuestra Señora frente a la fealdad de éstas féminas que reniegan de lo que son! Yo me pregunto qué es lo que esperan de la vida a futuro. Tarde o temprano la hilaridad y el desborde pasan la cuenta y terminan por agotarse. ¿Cómo se ven de viejas? Es una lástima verlas así y como dice el título del post, el Demonio se ha ensañado con nosotras las mujeres. La sencillez en el vestir, la finesa en el lenguaje y en los modales parecen quedar en el pasado para las nuevas generaciones. El respeto por una misma...ni qué hablar. Se las observa movidas únicamente por la diversión y por hacer con sus vidas lo que se les antoje, total para ellas la vida empieza y termina en este mundo: comamos y bebamos que mañana moriremos. ¿Se puede construir algo así? Lo dudo.  El Demonio sabe que haciendo que la mujer se pierda, con ella arrastra al hombre y a la sociedad entera. Y todo este caos me hace recordar una y otra vez la famosa segunda epístola a Timoteo, con la cual terminaré mi reflexión. Esta Epístola parece una perfecta radiografía de nuestra sociedad.
        No debo quedarme solamente en los lamentos y en la descripción de lo que veo y experimento. Simplemente me limito a constatar un fenómeno que va en aumento. Y voy a ser majadera una vez más con lo del ejemplo: en la medida que uno es consecuente con lo que cree y vive de acuerdo a eso, puede ser luz para mucha gente que anda extraviada, que ha perdido la fe. Uno debe ser luz en medio de las tinieblas, aunque le sirva a una sola persona. Si bien es cierto que esta cosa demoniaca se va a poner peor, estamos obligados a seguir formando a nuestros hijos en el bien, en el amor y en la verdad...aunque el mundo se caiga a pedazos, nosotros hemos de permanecer de pie, con la bandera del Rey en lo alto. El que siembra entre lágrimas, cosechará entre canciones. Así veo yo la vida. Cuando mire para atrás veré que el esfuerzo, el cansancio, las renuncias, la entrega han valido la pena.

            "Has de saber que en los últimos días sobrevendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos y del dinero, jactanciosos, soberbios, maldicientes, desobedientes a sus padres, ingratos, impíos, inhumanos, desleales, calumniadores, incontinentes, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traidores, temerarios, hinchados, amadores de los placeres más que de Dios. Tendrán ciertamente apariencia de piedad, mas negando lo que es su fuerza. A ésos apártalos de ti. Porque de ellos son los que se infiltran en las casas y se ganan mujerzuelas cargadas de pecado, juguetes de las más diversas pasiones, que siempre están aprendiendo y nunca serán capaces de llegar al conocimiento de la verdad.
         Así como Jannes y Jambres resistieron a Moisés, de igual modo resisten éstos a la verdad; hombres de entendimiento corrompido, réprobos en la fe. Pero no adelantarán nada, porque su insensatez se hará notoria a todos como se hizo la de aquellos"                                                                                                                                Segunda Carta a Timoteo, 3, 1-9

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